La OTAN rechaza la principal demanda de Kiev. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se ha reunido en la frontera entre Polonia y la Ucrania con el ministro de Exteriores de este último país , Dmytro Kuleba, para mostrar su solidaridad. Pero la Alianza no impondrá una zona de exclusión aérea sobre la exrepública soviética que limite los movimientos rusos, aunque sobre la mesa hoy otras posibilidades, como el envío de aviones de combate.

«Venimos de varios días de reuniones con la OTAN, la Unión Europea, los países más allá del G7, y vemos que el apoyo no sólo continúa -el apoyo a la seguridad, el apoyo humanitario, el apoyo económico- sino que ese apoyo aumentará.», ha explicado Blinken.

Kuleba espera que «el pueblo de Ucrania pueda ver esto como una clara manifestación de que tenemos amigos que, literalmente, se quedaron, que están a nuestro lado».

La advertencia de Putin es clara. Una zona de exclusión aérea sería una declaración de guerra, algo que el presidente ruso ha dicho que ya suponen las sanciones impuestas por Occidente que están tratando de ahogar financieramente al Kremlin.

‘»Es imposible hacerlo ( la zona de exclusión aérea) sobre el propio territorio de Ucrania. Sólo es posible desde el territorio de algunos países vecinos. Pero cualquier movimiento en esta dirección será visto por nosotros como una participación en el conflicto armado de cualquiera de las partes cuyo territorio suponga una amenaza para nuestros efectivos. En ese mismo momento, los consideraremos como participantes del conflicto militar y no importará qué miembros sean», ha afirmado Putin.(euronews.com)