Tokio, Japón – 7 de septiembre de 2025. El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, anunció este domingo su renuncia como presidente del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), lo que implica su salida inmediata de la jefatura del Gobierno nipón. La decisión se produce en medio de una creciente presión interna tras los reveses electorales sufridos por su coalición en los últimos comicios legislativos.

Durante una rueda de prensa convocada de forma urgente, Ishiba declaró:

“He decidido dimitir como líder del Partido Liberal Democrático, así que, de acuerdo a los estatutos internos, la convocatoria de una campaña extraordinaria para escoger a un nuevo presidente ya no es necesaria”.

Contexto político y electoral
La renuncia de Ishiba ocurre un día antes de una reunión clave del PLD, en la que se iba a debatir un adelanto de primarias que podría haber resultado en su destitución. El detonante fue la derrota electoral de julio, cuando el PLD y sus aliados perdieron la mayoría en la Cámara Alta del Parlamento japonés. Este revés se sumó a una pérdida previa en la Cámara Baja, debilitando aún más la posición del Gobierno.

Además, la dimisión se produce tras la firma de un acuerdo comercial con Estados Unidos, que reduce los aranceles a las exportaciones japonesas, especialmente en el sector automotriz. Ishiba había postergado su salida hasta asegurar este pacto, considerado un logro clave de su administración.

Con la renuncia de Ishiba, el PLD deberá convocar elecciones internas para elegir a su nuevo líder, quien automáticamente asumirá como primer ministro. Entre los posibles sucesores se mencionan figuras como Sanae Takaichi, Shinjiro Koizumi y Yoshimasa Hayashi, todos con peso dentro del partido.

La salida de Ishiba abre una etapa de incertidumbre en Japón, que enfrenta desafíos económicos como la inflación persistente y tensiones geopolíticas en Asia. El nuevo liderazgo deberá recomponer la unidad interna del PLD y recuperar la confianza del electorado.