El Ejército ruso ha reclutado desde principios de año a 117.400 soldados, anunció Dmitri Medvédev, subjefe del Consejo de Seguridad de Rusia.

Esos soldados firmaron contratos profesionales con el Ejército o se apuntaron como voluntarios en los batallones creados por las regiones para participar en la campaña militar en Ucrania, según informa la agencia Interfax.

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El expresidente ruso hizo este anuncio durante una reunión gubernamental sobre el alistamiento de hombres como soldados profesionales.

Ante el descontento que causó la movilización parcial de septiembre de 2022, que provocó un éxodo masivo de rusos en edad militar, el Ministerio de Defensa ha decidido centrarse en movilizar a militares profesionales.

El objetivo es reclutar 415.000 soldados, de los que una cuarta parte (115.000) serían enviados directamente al frente y el resto entrarían en la reserva, según datos de la inteligencia estadounidense.

Rusia, que sufre una acuciante escasez de hombres, necesita tanto reforzar el frente ucraniano, que tiene unos 1.300 kilómetros de largo, como garantizar la seguridad de las cuatro regiones ucranianas anexionadas.

A lo que hay que sumar que el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, aprobó la propuesta de incrementar a 1,5 millones el número de efectivos de las Fuerzas Armadas para 2026, de los que unos 700.000 deben ser militares profesionales.

Esa movilización incluiría a reclutas que han terminado el servicio militar y han firmado contratos profesionales, presidiarios, guardias de seguridad e inmigrantes de las antiguas repúblicas soviéticas.

Los soldados que acaben en el campo de batalla pueden recibir cómo mínimo 210.000 rublos al mes (unos 2.500 dólares), mientras la única condición es ser mayor de 18 años.

En febrero de 2022 Rusia desplegó unos 150.000 soldados en Ucrania, a lo que hay que sumar los 300.000 reservistas movilizados en septiembre pasado por Putin y los 50.000 que llegaron a integrar las unidades de mercenarios Wagner.

Según la inteligencia ucraniana, en los territorios ocupados habría en estos momentos entre 300.000 y 400.000 rusos, entre soldados, movilizados, voluntarios y miembros de la guardia nacional.

Las autoridades rusas reconocen sólo 5.937 caídos en el campo de batalla ucraniana, aunque fuentes independientes estiman los rusos muertos en más de 20.000 y los ucranianos hablan de unas 200.000 bajas, entre muertos, heridos y mutilados. (swissinfo.ch)