Tensión regional por posible visita de Maduro a Nicaragua
El avión presidencial de Venezuela aterrizó en Managua, capital de Nicaragua, procedente de Caracas, lo que ha generado especulaciones sobre un posible viaje del presidente Nicolás Maduro.
Aunque no hay confirmación oficial sobre su presencia a bordo, el hecho ocurre en un momento de creciente tensión política y de seguridad en la región.
La llegada del avión se produce apenas un día después de que apareciera una valla en el lado colombiano de la frontera con Venezuela, específicamente en Villa del Rosario, Cúcuta, ofreciendo recompensas millonarias por información que conduzca a la captura de Maduro y del dirigente chavista Diosdado Cabello.

El cartel, instalado sin autorización municipal, muestra en inglés la recompensa ofrecida por el Gobierno de Estados Unidos: 50 millones de dólares por Maduro y 25 millones por Cabello, ambos acusados de conspiración para el narcoterrorismo y tráfico de cocaína.
Venezuela atraviesa una etapa de alta presión internacional. Tras las cuestionadas elecciones presidenciales de julio de 2024, en las que Maduro fue reelegido en medio de denuncias de fraude, el país ha visto un aumento en la represión estatal, incluyendo detenciones arbitrarias, censura digital y persecución a la oposición.

Además, Estados Unidos ha intensificado su postura, desplegando buques militares en el Caribe y clasificando al Cartel de los Soles —presuntamente liderado por Maduro y Cabello— como organización terrorista.
La posible visita de Maduro a Nicaragua, uno de sus principales aliados en la región, podría responder a una estrategia de resguardo político o coordinación diplomática frente a la creciente presión de Washington.
Nicaragua ha sido históricamente un bastión de apoyo al chavismo, y su rol como refugio o interlocutor estratégico cobra relevancia en este nuevo escenario.
La combinación del aterrizaje del avión presidencial en Managua y la aparición de la valla en Colombia ha encendido el debate sobre los próximos movimientos del chavismo, el papel de Nicaragua como aliado, y la posibilidad de una escalada diplomática o incluso militar en el Caribe. La región observa con atención.
