El sospechoso del asesinato de tres kurdos el viernes en París admitió sentir un «odio patológico hacia los extranjeros «. El móvil racista de los hechos se confirma.

Este francés, conductor de tren jubilado, descrito como «depresivo» y «suicida», ha confiado a los investigadores que siempre ha «deseado asesinar a migrantes, extranjeros» desde un robo en su domicilio en 2016, según la fiscal de París, Laure Beccuau.

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El atentado se produjo el viernes 23 de diciembre poco después del mediodía, cuando este hombre abrió fuego frente a un centro cultural kurdo en el centro de París, matando a tres personas: Emine Kara, una responsable del Movimiento de Mujeres Kurdas en Francia – y dos hombres, entre ellos el artista y refugiado político Mir Perwer.

Tres hombres resultaron heridos, uno de ellos gravemente, pero sus vidas ya no corren peligro y uno de ellos ha abandonado el hospital. Cinco de las seis víctimas son de nacionalidad turca y la última de nacionalidad francesa.

Lo que se sabe del asesino

El hombre había viajado en un primer momento, a Saint-Denis, comuna popular al norte de París, con su arma, «una pistola automática Colt 45 de calibre 11,43», para «cometer asesinatos contra personas extranjeras», según la fiscal, pero, «finalmente renunció al acto, pues había poca gente presente y porque la vestimenta que llevaba le impedía recargar fácilmente su arma», precisó.

Lo que sucedió después es historia conocida. Poco antes del mediodía fue a un barrio donde sabía existía un centro cultural kurdo y abrió fuego.

«Señalando con rencor a todos los migrantes, afirma haber atacado a víctimas que no conocía, precisando a los kurdos por haber constituido más prisioneros en su lucha contra el Estado Islámico (acrónimo en árabe de la organización yihadista ISIS, ndlr) en lugar de matarlos», afirmó el ministerio público.Tenía «la intención de utilizar todas las municiones y suicidarse con la última bala», pero fue detenido por varias personas en una peluquería cercana antes de ser detenido por la policía.

Los primeros elementos de la investigación no permitieron establecer «ningún vínculo con una ideología extremista». El sospechoso aseguró haber adquirido su arma hace cuatro años a un miembro del club de tiro, ocultándola sin usarla hasta el viernes.

Condenas anteriores por actos violentos

Ya condenado en 2017 por portar armas prohibidas y en junio por violencias con armas contra ladrones; él también está acusado desde diciembre de 2021 por violencias con armas, con premeditación y de carácter racista.

Es sospechoso de haber herido con arma blanca a migrantes en un campamento en París el 8 de diciembre de 2021. Tras un año de prisión preventiva, fue puesto en libertad el 12 de diciembre.

La comunidad kurda rechaza la tesis del ataque racista

Justo después del ataque, estalló una manifestación que acabó con enfrentamientos entre policías y simpatizantes kurdos, estas manifestaciones se multiplicaron en ciudades como París, Marsella Y Burdeos.

En la manifestación que se realizó en París, se podía sentir la desconfianza respecto a la tesis racista proferida por el atacante, sobre todo porque la comunidad kurda nunca ha sido blanco del «racismo» de extrema derecha. Para los manifestantes estos asesinatos no son más que la continuación de una represión que golpea a los kurdos tanto en sus países de origen como en su exilio. Numerosas banderas flameaban en recuerdo de las tres militantes kurdas asesinadas hace casi diez años, el 9 de enero de 2013 en la calle Lafayette, por un presunto agente del Estado turco que nunca pudo ser juzgado antes de morir detenido. (rfi)

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