Ningún republicano elegido a un cargo público ha hecho más para restringir el derecho al aborto en Estados Unidos que Donald Trump. Pero ahora que está arrancando la campaña presidencial para 2024, ningún republicano ha hecho más para evadir el tema que el expresidente.

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Mucho más que sus rivales republicanos, Trump está eludiendo el tema apenas nueve meses después de haber celebrado la decisión de la Corte Suprema de eliminar el derecho de una mujer a decidir sobre su embarazo.

Un ejemplo reciente fue la semana pasada, cuando Trump estaba en Iowa y quedó patente su delicado acto de equilibrio político.

Momentos después de bajarse del avión a las afueras de Davenport, Trump reiteradamente se negó a decir si apoyaría una ley federal para prohibir el aborto en todos los estados, una medida que los activistas antiaborto están exigiendo a los aspirantes a la candidatura republicana.

“Estamos examinando muchas cosas distintas”, fue lo que dijo Trump, cuando dos veces The Associated Press le preguntó si apoyaría una prohibición nacional al aborto.

El exmandatario de inmediato cambió de tema para hablar de inmigración, la economía y “esos lunáticos de la izquierda radical”. En las horas subsiguientes no mencionó la palabra “aborto” ni una sola vez mientras conversaba con habitantes locales en un restaurante, pronunció un discurso de una hora y aceptó casi una docena de preguntas de votantes.

Trump entra al inicio de la campaña en buena posición. Pero enfrenta una serie desafíos en las semanas próximas, especialmente a raíz de varias investigaciones legales sobre su conducta.

 En un mensaje en las redes sociales el fin de semana, Trump aseveró que será arrestado el martes mientras un jurado especial en Nueva York investiga acusaciones de que pagó dinero a mujeres que dicen haber tenido relaciones sexuales con Trump.

Fiscales de Manhattan, sin embargo, no se han comunicado directamente con el exmandatario, por lo que no se sabe cuándo o si serán emitidos cargos.

Pero la estrategia extremadamente cautelosa sobre el aborto refleja la nueva realidad política para los republicanos en esta temporada de campaña.

Los líderes del partido reconocen que el asombroso éxito de los republicanos en persuadir a la Corte Suprema para que derogue el fallo de Roe vs Wade en junio del año pasado desató una feroz reacción del electorado que impulsó a los demócratas en las elecciones de mitad de término.

 Y si bien el panorama político de 2024 dista mucho de estar definido, líderes de ambos partidos reconocen que hay pocos temas más influyentes en las próximas elecciones presidenciales que el aborto.

Entretanto, el acceso al aborto está desapareciendo en todo Estados Unidos.

Desde la decisión de la Corte Suprema hace nueve meses, 24 estados han prohibido el aborto del todo o están a punto de hacerlo, según el Instituto Guttmacher. Otros estados con legislaturas de mayoría republicana, como Florida, están considerando leyes más restrictivas que prohibirían el aborto a las seis semanas de embarazo (sandiegouniontribune)

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