
Trump impone aranceles del 25% a la industria automotriz: sorpresa y caída en bolsa
Trump arancees del 25% a los automóviles fabricados en el extranjero, una medida que busca revitalizar la industria automotriz estadounidense. Sin embargo, el alcance del impuesto, que incluye no solo vehículos ensamblados sino también componentes clave, sorprendió a los gigantes del sector este jueves, desencadenando una caída significativa en sus acciones en la bolsa.
Aunque los aranceles estaban en el radar desde hace semanas, los detalles del decreto, que entrará en vigor el 3 de abril, dejaron atónitos a los fabricantes. Los gravámenes afectarán tanto a vehículos ligeros ya ensamblados como a piezas esenciales —motores, transmisiones, trenes de potencia y componentes eléctricos—, sin exenciones para los países del T-MEC (EE.UU., México y Canadá), un tratado de libre comercio firmado por Trump en su primer mandato. Este punto ha generado frustración en la industria, que depende de una cadena de suministro transfronteriza altamente integrada.
La Casa Blanca justificó la medida destacando que, de los 16 millones de vehículos nuevos vendidos en EE.UU. en 2024, solo la mitad se ensambló en el país y contenía entre un 40% y 50% de piezas nacionales. Además, señaló un déficit comercial de piezas de 93.500 millones de dólares, que espera reducir con esta política.
Impacto en la bolsa y los fabricantes
La reacción en los mercados no se hizo esperar. Hacia las 16:15 GMT, General Motors perdió un 6,41%, Ford un 2,20%, y Stellantis un 1,80%. Los japoneses Toyota y Honda retrocedieron un 2,58% y un 2,32%, respectivamente. Según JPMorgan, Ford produce el 82% de sus vehículos vendidos en EE.UU. dentro del país, seguido por Stellantis (71%), Honda (68%), Toyota (57%) y General Motors (53%). Sin embargo, la dependencia de piezas extranjeras sigue siendo un desafío.
El decreto exige a los fabricantes calcular el porcentaje de componentes estadounidenses y extranjeros en cada vehículo o pieza que ingrese a EE.UU., aplicando el 25% solo a lo foráneo. Esto representa un dolor de cabeza logístico y administrativo, especialmente para las piezas que circulan entre los socios del T-MEC. Por ello, el Departamento de Comercio otorgó un plazo para definir cómo implementar la medida.
Costos y consecuencias
JPMorgan estima que los aranceles generarán 82.000 millones de dólares anuales, con General Motors enfrentando el mayor impacto (13.000 millones) y Ford unos 4.500 millones. Trump, por su parte, afirmó el miércoles que la recaudación superará los 100.000 millones.
Analistas advierten que los costos se trasladarán a los consumidores. El precio de un vehículo nuevo podría aumentar entre un 9% y un 12% (4.000 a 5.300 dólares), según JPMorgan. «Con esta presión de costos, los fabricantes podrían reducir incentivos financieros, dificultando el acceso a opciones asequibles», señaló Jessica Caldwell, de Edmunds. Además, el alza en el precio de repuestos podría incrementar las primas de seguros.
Efectos a largo plazo
El objetivo de Trump es impulsar la producción local, pero reubicar fábricas o reconfigurar cadenas de suministro llevará tiempo. Mientras tanto, los fabricantes deberán decidir si absorben el sobrecosto, reducen márgenes o lo trasladan al consumidor. A mediano plazo, el mercado de autos usados podría debilitarse, ya que los propietarios optarían por conservar sus vehículos, beneficiando al sector de reparaciones.
La industria automotriz, pilar económico de EE.UU., enfrenta un futuro incierto mientras se adapta a esta política proteccionista que, aunque ambiciosa, podría alterar profundamente su dinámica operativa y comercial.