Tegucigalpa, 10 de noviembre de 2025 — La Sala I del Tribunal de Sentencia absolvió este lunes, por unanimidad de votos, a la ciudadana Sussette Atuán Rojas, quien enfrentaba cargos por presunto lavado de activos en el marco del caso de “empresas fantasmas” vinculadas al desfalco del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).

El Ministerio Público la acusaba de haber recibido fondos de origen ilícito, pero el tribunal concluyó que no se acreditó responsabilidad penal en su contra. Esta resolución marca el cierre de un proceso judicial que se prolongó por años y que incluyó la repetición del juicio oral, luego de que la Sala de lo Penal anulara una primera absolución dictada en junio de 2017.

Vínculos familiares no bastaron para condenarla

Durante la audiencia, el abogado defensor Marcelino Vargas argumentó que el requerimiento fiscal se basó únicamente en vínculos familiares, sin profundizar en pruebas concretas. “Ella solo es sobrina del exdirector del IHSS, Mario Zelaya, y tiene relación con José Zelaya, pero eso no la convierte en responsable penal”, afirmó.

Vargas explicó que los fondos recibidos por Atuán Rojas —más de 1.2 millones de lempiras— fueron parte de una deuda documentada por su difunto esposo, y que dicha transacción ya había sido acreditada en el juicio anterior.

“Ya fui condenada por la opinión pública”

Tras conocer el fallo, Sussette Atuán Rojas expresó que ha sido víctima de una condena social desde que su nombre fue vinculado al caso. “Comprendo la indignación del pueblo por el desfalco en el Seguro Social, pero yo no puedo responder por lo que hicieron mis familiares”, declaró.

Reveló que su madre falleció en el IHSS, afectada por el impacto mediático del proceso. “No aguantó el circo que se armó”, lamentó. También criticó al Ministerio Público por las falencias en la investigación y por requerirla “solo por tener vínculos familiares”.