Ana García, esposa del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, ha enviado una carta al juez Kevin Castel en la que critica severamente el sistema de justicia de Estados Unidos y defiende la inocencia de su esposo. Según el sitio Inner City Press, la misiva contiene fuertes acusaciones y cuestionamientos sobre el proceso judicial al que ha sido sometido Hernández.

En su carta, García de Hernández asegura que nadie conoce mejor a un esposo que su esposa, y declara: “Por lo tanto puedo pararme frente al mundo, a usted y a cualquier funcionario o presidente de los Estados Unidos y decir alto y claro que mi esposo Juan Orlando Hernández Alvarado es INOCENTE de cada uno de los cargos que le fueron presentados injustamente”.

La exprimera dama cuestiona la credibilidad de los testigos de la Fiscalía estadounidense, señalándolos como verdaderos narcotraficantes. García plantea al juez Castel si el sistema judicial de EE. UU. hubiera creído en testimonios de individuos como Devis Leonel Rivera Maradiaga o Alexander Ardón si uno de sus asesinatos hubiera sido de un ciudadano norteamericano. “¿Cómo se siente usted al saber que en poco tiempo esos delincuentes podrían llegar a ser sus vecinos y llenar de drogas, muerte y violencia su propio vecindario?”, cita la carta.

García de Hernández denuncia el trato injusto hacia su esposo, describiéndolo como un «prisionero de guerra aislado en una celda para terroristas». Critica también que el juez Castel ignoró sus propias órdenes, mencionando que la Fiscalía no presentó la información material 3,500 dentro del plazo de 60 días establecido antes del inicio del juicio. “Usted permitió el irrespeto a sus mismas disposiciones”, argumenta, y añade que en Honduras un juez nunca lo permitiría.

La carta también menciona la negación de Castel al derecho de Hernández de cambiar de abogado, cuando denunció que su defensor, el abogado Colón, no había trabajado adecuadamente por estar enfermo. Además, García señala que la defensa había sido infiltrada por la DEA y que el juez no tomó medidas al respecto. Explica que, aunque finalmente se designó al abogado Renato Stabile, no se le dio tiempo suficiente para prepararse, lo que García considera un acto arbitrario y perjudicial contra su esposo.

García concluye que el proceso judicial estuvo marcado por la injusticia, dejando a su esposo en indefensión. “Fue un proceso donde prevaleció la injusticia que terminó condenando a un inocente”, declara, y subraya que la familia confía en Dios para obtener justicia. La carta también critica la negación al uso de información clasificada que podría haber contradicho las acusaciones de la Fiscalía.

Finalmente, García asegura que su esposo enfrentó con valentía a los cárteles de la droga, colaborando estrechamente con funcionarios estadounidenses y menciona que el sistema de justicia de EE. UU. ha premiado a los verdaderos delincuentes al actuar en contra de Hernández. “Ningún país querrá enfrentar a esos delincuentes o trabajar con la DEA”, concluye.

Esta carta llega en un momento crítico, justo antes de que Juan Orlando Hernández conozca su sentencia el próximo miércoles 26 de junio en la corte del Distrito Sur de Nueva York.

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