Ana Paola Hall formalizará su renuncia al Consejo Nacional Electoral


La consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall, presentará de manera oficial su renuncia al cargo ante el Congreso Nacional, en medio de crecientes tensiones internas en el ente encargado de organizar las elecciones generales del próximo 30 de noviembre.

La salida de Hall ocurre tras reiterados desacuerdos con el funcionamiento del pleno del CNE, especialmente por la falta de consensos y convocatorias sin el quórum correspondiente. La consejera había manifestado públicamente su malestar, y días atrás puso su cargo a disposición como muestra de protesta.

Con la renuncia de Hall, el CNE queda aún más debilitado en un momento clave del calendario electoral. La posible ausencia de uno de los tres consejeros propietarios podría poner en riesgo decisiones fundamentales para garantizar un proceso transparente y eficiente.

Ahora será el Congreso Nacional el que deberá aceptar o no su dimisión, y, de ser necesario, nombrar a un nuevo integrante que complete el pleno del máximo organismo electoral.

El hecho se produce en medio de un clima de polarización política, luego de que la candidata presidencial de Libre, Rixi Moncada, advirtiera sobre intentos de fraude y demandara elecciones limpias. La renuncia de Hall añade incertidumbre al panorama electoral hondureño.

CARTA ÍNTEGRA PRESENTADA AL CONGRESO NACIONAL

Honorable diputada Luz Angélica Smith

Sirva la ocasión para saludarle y desearle éxitos en el desempeño de sus funciones, al tiempo de dirigirme ante Usted con el fin de manifestar lo siguiente: durante el tiempo que he ejercido el cargo de consejera propietaria del Consejo Nacional Electoral (CNE), he puesto el mayor compromiso y dedicación para cumplir las funciones que corresponden.

Los retos que implica el cargo, van mucho más allá de la letra de la ley e incluyen, entre otros: la permanente defensa de la autonomía e independencia constitucional, la búsqueda de decisiones unánimes y la exposición a ataques mediáticos y enredes sociales.

Muchos consideran que la afinidad política de un consejero debe anteponerse al bien superior que son las elecciones y, que pueden girarse instrucciones partidarias sobre posturas a adoptar o con quién votar. Si bien las decisiones esenciales del proceso requieren diálogo y consulta, nunca he concordado en que el consejero pierda su papel de árbitro electoral, para convertirse en parte interesada.

Mis consideraciones sobre la integración de sesiones de pleno, no son la causa de la crisis actual. Lo que origina la crisis es la negativa a integrar sesiones debido a la falta de unanimidad en el TREP. Y es ante esta situación cuando el Partido Nacional públicamente establece que puede integrarse el pleno con dos consejeras.

Haber sostenido públicamente que esa salida es ilegal, que en realidad no soluciona el problema que, incluso, podría agravarse hasta poner en mayor riesgo el proceso electoral y manifestar que no estoy dispuesta a trascender el límite de la legalidad, poniendo a disposición mi cargo (para que, de así considerarlo, iniciaran el procedimiento de identificar un sustituto o sustituta dispuesto a seguir tal lineamiento) ha traído terribles acusaciones de traición. ¿Dónde está la traición? ¿Cuál es la falta cometida? ¿Decir la verdad?

Jamás fue vetado tener criterio propio y abstenerse de realizar actos ilegales cuyas consecuencias se tendrían que asumir personalmente por nuestra parte y por los funcionarios que participen; eso sin mencionar el impacto que ocasionaría al proceso electoral. No estoy en obligación de obedecer y menos aún si lo exigido carece de fundamento jurídico. Si hice pública mi postura, fue para detener las presiones y llamar a la reflexión.

Como respuesta recibimos la embestida despiadada de quienes exigen sometimiento absoluto de la representante liberal a su discreción nacionalista e insólitamente, entre otros, de exigua militancia en el Partido, inconstantes en su afinidad política, que hoy resultan ser autoridad partidaria, cuestionando agresiva e irrespetuosamente a una liberal íntegra de toda la vida. La apología del odio iniciada ocasionó la puesta en riesgo de la integridad de mi hija. Los hechos públicos no pueden negarse o ignorarse y así quedarán en la historia.

Como funcionaria, tengo la capacidad y fortaleza de continuar en el desempeño del cargo. Pero también soy madre y después de haberse puesto en evidencia la violencia de la que son capaces, me resulta imposible continuar arriesgando a mi familia frente a la turba que nos ha atropellado.

Se ha ir respetando el marco de autonomía e independencia, se traspasaron todos los límites de respeto y confianza, han realizado ataques sin precedentes a su servidora y a mi familia. No me dejan otro camino que facilitar su deseo, que es, además, exigencia de la autoridad partidaria y de la Jefatura de bancada, interponiendo formalmente mi renuncia, no sin antes agradecer las muestras de solidaridad que he recibido de centenares de amigos, correligionarios, funcionarios, de órganos electorales de distintos países y muchas mujeres y madres; asimismo, de funcionarios del CNE, a quienes desde hoy solícito apoyar a quien me sustituya en el cargo.

Reafirmando que ha sido mi único interés cumplir la promesa de Ley «ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes», hoy: Presento mi renuncia al cargo de Consejera Propietaria del Consejo Nacional Electoral, CONDICIONADA a que, en el mismo acto de aceptación de la misma, sea electo el sustituto o sustituta liberal que sea propuesto en mi lugar.

Sin otro particular.

Atentamente, Ana Paola Hall.


Noticia Anterior Continúa intensa búsqueda de la embarcación “Lucky Lady”
Siguiente Noticia Cossette López pide a la clase política actuar con madurez ante crisis electoral