Tegucigalpa, Honduras – Domingo, 1 de junio de 2025. Este domingo 1 de junio de 2025 ha marcado el inicio oficial de la temporada de huracanes en el Atlántico, un período que se extenderá hasta el próximo 30 de noviembre.

Para este año, los expertos meteorológicos anticipan condiciones climáticas significativamente por encima de lo normal en cuanto a la formación de ciclones tropicales.

Tanto la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) como la Universidad Estatal de Colorado han adelantado un número considerable de tormentas y huracanes.

La NOAA, en particular, estima entre 13 y 19 tormentas con nombre, de las cuales entre 6 y 10 podrían intensificarse hasta convertirse en huracanes. De estos, se proyecta que entre 3 y 5 alcanzarían la categoría de huracanes mayores.

Esta evaluación refuerza la expectativa de una temporada ciclónica notablemente activa, superando la registrada en 2024 y con potencial de ser similar a años de alta actividad como 2020-2021, que establecieron récords de ciclones en el Atlántico.

Los Nombres de la Temporada 2025

La práctica de nombrar a las tormentas y huracanes, designados por la Organización Meteorológica Mundial y que se repiten cada seis años, busca facilitar la comunicación y la alerta pública. Es importante destacar que si un nombre se asocia a una tormenta severa y dañina, este se retira de la lista. Por esta razón, la lista de 2025 incluye nombres que ya fueron utilizados en 2019.

Los nombres asignados para la temporada de huracanes 2025 en el Atlántico son los siguientes:

• Andrea
• Barry
• Chantal
• Dexter
• Erin
• Fernand
• Gabrielle
• Humberto
• Imelda
• Jerry
• Karen
• Lorenzo
• Melissa
• Nestor
• Olga
• Pablo
• Rebekah
• Sebastien
• Tanya
• Van
• Wendy

Las tormentas reciben un nombre cuando alcanzan velocidades de viento de al menos 62.76 kilómetros por hora.

Un Llamado a la Preparación

La temporada de huracanes afecta principalmente al Atlántico Norte, el Caribe y el Golfo de México. Ante el pronóstico de una actividad «más activa de lo normal» (con un 60% de probabilidad según la NOAA), una preparación oportuna debe ser una prioridad para los residentes en estas zonas de riesgo. Las comunidades y las autoridades de los países deben coordinar acciones preventivas y mantenerse informados sobre los pronósticos para poder reaccionar rápida y eficazmente ante cualquier evento ciclónico.