BCH aprueba la revisión del programa monetario 2024-2025


En los últimos años, la economía hondureña ha crecido por arriba de su potencial, siendo uno de los países con mayor crecimiento en la región centroamericana; no obstante haber enfrentado múltiples choques internos y externos, con repercusiones en las principales variables macroeconómicas del país.

En el transcurso de 2024, la economía ha recorrido un contexto económico más estable, permitiendo al Banco Central de Honduras (BCH), en el marco del Programa Monetario 2024-2025 (RPM) y su revisión, iniciar con el proceso de normalización de la política monetaria y cambiaria, con el objetivo de salvaguardar la estabilidad interna y externa, conforme a lo establecido en su Ley.

Dicha revisión, también incluye las perspectivas del contexto nacional e internacional para 2024 y 2025. Contexto Internacional El crecimiento económico mundial se mantiene estable, previendo que para 2024 y 2025 refleje una tasa de crecimiento similar a la observada el año anterior; no obstante, mostrarían un menor desempeño en comparación a sus promedios históricos, asimismo, persisten importantes riesgos para las perspectivas del crecimiento mundial, principalmente una prolongación de las condiciones monetarias restrictivas con matices diversos por regiones y países, y el incremento de las políticas proteccionistas, que podría intensificar las tensiones comerciales mundiales y perturbar las cadenas de suministro globales.

Es así, que el crecimiento mundial presenta divergencias entre países y regiones, donde el mayor ritmo de expansión en las principales economías avanzadas compensaría la desaceleración de las economías emergentes. En las economías avanzadas, específicamente para Estados Unidos de América (EUA), el crecimiento económico se mantendría sólido, respaldado por la fortaleza del consumo y de la inversión del sector privado. Por su parte, las economías europeas reflejarían una débil recuperación, asociado al rezago en la productividad y al menor dinamismo del sector manufacturero, que afecta el crecimiento de países como Alemania e Italia.

En lo que respecta a las economías de los mercados emergentes, estas denotarían desaceleración, debido principalmente a la moderación de la demanda interna en China e India.

Por su parte, la inflación mundial continúa desacelerándose, debido a que el crecimiento en los precios de los bienes se ha estabilizado; no obstante, con niveles más altos previendo que las economías avanzadas alcancen sus metas antes que las emergentes y en desarrollo; sin embargo, la inflación de los servicios se mantiene elevada y persisten algunos riesgos que podrían prolongar el proceso de convergencia a los rangos objetivos de inflación de los bancos centrales, situación que podría estar indicando un panorama de condiciones monetarias restrictivas durante más tiempo; sin embargo, algunos bancos centrales han comenzado a flexibilizar su política monetaria, dependiendo de las condiciones imperantes en sus economías.

En el ámbito interno, la economía hondureña continúa mostrando resiliencia al registrar el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) –en su serie original– una variación acumulada de 4.2% a agosto de 2024, pese a un contexto internacional aún complejo y condiciones climatológicas adversas.

La dinámica favorable de la actividad ha sido influenciada principalmente por la recuperación sostenida en la demanda interna, apoyada por la mejora en el ingreso real de los hogares, así como por el financiamiento otorgado a través de programas gubernamentales y el financiamiento que ha apoyado la inversión y el consumo privado.

Por actividad económica, destaca el buen dinamismo de la Intermediación Financiera, Comercio, Telecomunicaciones y Construcción Privada; en tanto, los sectores de la Industria Manufacturera y Agrícola denotaron menores niveles de producción, asociados a factores internos y externos.


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