Tegucigalpa, noviembre de 2025 — El sistema educativo hondureño cerrará el año escolar sin alcanzar los 200 días de clases establecidos por ley, por cuarto año consecutivo durante la administración de la presidenta Xiomara Castro. Así lo confirmó Marlon Escoto, director de Educación de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), quien calificó el incumplimiento como un “fracaso estructural” del sistema.

Según el monitoreo de la ASJ, el año escolar 2025 concluyó a finales de octubre, dos semanas antes de lo habitual, con apenas 161 días efectivos de clases, lo que representa un 8 % menos que la meta oficial de 171 días proyectados por el gobierno.

“Ninguno de los cuatro años de esta administración ha logrado cumplir el calendario completo. El más cercano fue uno con aproximadamente 180 días de clases”, señaló Escoto, exministro de Educación.

¿Por qué son importantes los 200 días de clases?

La legislación educativa hondureña establece que el calendario escolar debe garantizar 200 días lectivos como mínimo, con el objetivo de asegurar una cobertura adecuada de contenidos, continuidad pedagógica y equidad en el aprendizaje. Este estándar es considerado un indicador básico de calidad educativa en América Latina.

El incumplimiento reiterado de esta meta afecta especialmente a estudiantes de zonas rurales, donde el acceso a servicios básicos como agua potable y energía eléctrica es limitado. Escoto advirtió que el 40 % de los 19 mil centros educativos del país no cuentan con condiciones mínimas para operar, lo que también incide en la interrupción de clases.

Además, el uso de escuelas como centros de votación para las elecciones generales del 30 de noviembre podría agravar la situación, al suspender actividades escolares por logística electoral.

Repercusiones

• Déficit de aprendizaje acumulado en áreas clave como matemáticas, lectura y ciencias.
• Mayor desigualdad educativa, especialmente en comunidades vulnerables.
• Desconfianza en la gestión educativa, tanto por parte de padres como de docentes.

Este nuevo incumplimiento refuerza los llamados de organizaciones civiles y expertos para reformar el sistema educativo, garantizar condiciones mínimas en los centros escolares y establecer mecanismos de evaluación y transparencia.