En atención a denuncias interpuestas ante el Ministerio Público y también ante el Instituto de Conservación Forestal (ICF), la Fiscalía Especial del Medio Ambiente (FEMA), ejecutó inspecciones en el sector conocido como “La 25 de junio”, un asentamiento humano donde se constató la degradación ambiental que tiene la cuenca hidrográfica del río Danto.

El equipo de la FEMA y otras autoridades de diferentes instituciones, encontraron un deterioro ambiental, quizá sin precedentes en la historia de la cuenca del río Danto, principal abastecedor de agua potable para los ceibeños.

Al llegar al lugar, se constató descombros de grandes extensiones de bosque con el objetivo de la introducción de la ganadería extensiva, donde se pudo comprobar los árboles talados sin discriminación. Áreas quemadas para la introducción de pasto, sin respetar la fuente productora, y se confirmó que todas estas actividades se están ejecutando dentro del área declarada como protección del río Danto.

En el año 1990, a través de un proyecto que apoyaba la Cooperación Española del río Danto y la entonces COHDEFOR, se emitió una resolución donde decía que no se podían otorgar dominios en estas áreas de protección de la fuente productoras de agua, ya que abastece más del 70% de la población ceibeña.

Se pudo observar toda la ribera del río Danto descombrada, sin considerar los márgenes de protección. Hay una degradación ambiental muy fuerte, y la recuperación tardaría mucho tiempo, estimó el técnico ambiental del Ministerio Público.

Se sugiere que las autoridades realicen la neutralización del delito retirando todo el ganado y las casas que se están construyendo, ya que todo esto provoca la contaminación del río Danto.

Una vez realizada la inspección, las autoridades han determinado una investigación de cómo se obtuvieron estos terrenos y cómo se realizó el cambio de uso de suelo, con el propósito de judicializar los casos deduciendo responsabilidades a las personas involucradas.
FEMA, junto con el ICF y otras instituciones, también constataron los daños severos ocasionados a los afluentes tributarios al ramal principal del río Danto; con esto se ha agudizado el abastecimiento del agua potable a la población de La Ceiba.

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