Tegucigalpa. El intento del presidente de la Democracia Cristiana (DC), Godofredo Fajardo, de acreditar a unos 400 integrantes del partido para participar en el escrutinio especial de las elecciones generales generó una crisis interna en la institución y obligó al Consejo Nacional Electoral (CNE) a revisar el proceso.

De acuerdo con registros del CNE, las solicitudes de acreditación fueron ingresadas en tiempo y forma a nombre de la DC, impulsadas directamente por Fajardo, quien defendió que se trata de un derecho legal del partido.

Sin embargo, esta acción contrastó con una nota fechada el 10 de diciembre y firmada por miembros del Directorio Nacional de la DC, entre ellos Angélica María Martín y Esteban Pineda, en la que se solicitaba expresamente al CNE no acreditar representantes para el recuento y verificación especial. Los directivos argumentaron que la organización no contaba con personal propio y advirtieron sobre el riesgo de que las credenciales fueran utilizadas por militantes de otros partidos.

La contradicción quedó en evidencia cuando el CNE detectó alrededor de 400 solicitudes registradas en su plataforma oficial. Ante ello, la consejera Cossette López-Osorio emitió un memorándum el 12 de diciembre exigiendo al partido una aclaración formal sobre su posición institucional.

La respuesta evidenció una fractura interna: Fajardo rechazó la validez de la nota del 10 de diciembre, alegando que no fue aprobada en sesión formal del Directorio Nacional, y sostuvo que él mismo impulsó las acreditaciones. No obstante, el 13 de diciembre la mayoría de los miembros del Directorio remitió una nueva comunicación al CNE reafirmando que la nota inicial constituye la postura oficial de la DC y desconocieron la validez de las acreditaciones, al señalar que no fueron producto de una decisión colegiada.

Los directivos defendieron su postura como un criterio de coherencia institucional y de protección de la identidad política del partido. Además, aclararon que el nombre de Ana Méndez consignado en la nota original correspondía en realidad a Felicito Ávila Ordóñez, quien se retiró de la reunión por un asunto urgente.

La disputa interna deja en entredicho la representación de la DC en el escrutinio especial y refleja las tensiones que atraviesa la organización en un momento clave del proceso electoral.