En el Caribe de Honduras, específicamente en Colón, se ha registrado una disminución del 50 % en la exportación de banano debido a la invasión de tierras por parte de campesinos el año pasado.

Esta situación ha tenido un impacto significativo en la industria bananera, causando pérdidas millonarias y dejando a decenas de familias desempleadas.

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Durante la toma de tierras, que se prolongó durante seis semanas, la fruta sufrió daños, lo que agravó la situación y contribuyó a las pérdidas económicas. Alirio Garay, presidente del Sindicato de Bananeras, aseguró que a pesar de la difícil situación, la empresa no cerrará la finca, y se enfocarán en producir, cosechar y empacar la fruta que aún pueda ser exportada.

Sin embargo, en este momento no hay suficiente fruta disponible para ser procesada y enviada a Estados Unidos, lo que representa un desafío adicional para el sector bananero.

Se estima que las pérdidas por la disminución en la exportación serán millonarias, lo que impactará tanto a los trabajadores como a las empresas.

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Garay también señaló que, si bien las empresas no cerrarán sus operaciones, se verán afectadas en términos de ganancias, ya que no se alcanzarán los niveles programados para la exportación. Ante esta situación, hizo un llamado al gobierno para que tome medidas que eviten las invasiones de tierras en el futuro, ya que estas afectan gravemente la economía del país.

La situación actual representa un desafío significativo para el sector bananero hondureño, y se espera que se tomen medidas para mitigar los impactos negativos en la industria y en la economía del país.