Irma Cobos de Maradiaga publica a los 93 años una obra que reconstruye la memoria de Honduras
A sus 93 años, la hondureña Irma Cobos de Maradiaga irrumpe en el panorama literario con “Les escribo a mis 93 años. Vidas y personajes memorables”, un libro que se erige como testimonio entrañable y necesario sobre la vida cotidiana, los afectos y las transformaciones de Honduras a lo largo del siglo XX.
Lejos de ser una simple recopilación de recuerdos, la obra ofrece una mirada pausada y profunda sobre una Honduras que ya no existe, contada desde la memoria viva de una mujer que ha sabido mirar con sensibilidad, ironía y compasión.
En sus páginas, el lector se encontrará con retratos de personajes comunes que se vuelven extraordinarios a través del relato: vecinos, parientes, mujeres sabias, niños traviesos, costumbres que resisten al tiempo y paisajes que hoy habitan el recuerdo colectivo.
“Escribí para no olvidar, pero también para que otros recuerden”, dice Cobos de Maradiaga en el prólogo. Su estilo —cálido, directo, lleno de detalles que humanizan— convierte cada historia en un acto de evocación y resistencia.

El libro, editado y prologado por el escritor César Indiano, se enriquece con las ilustraciones de Elena Lizardo, Pito Pérez y Evelio Vigil, quienes dotan a la obra de un acompañamiento visual que dialoga con el texto, acentuando el carácter íntimo y universal de cada relato.
Más allá del ejercicio autobiográfico, “Les escribo a mis 93 años” es un gesto literario y cultural que rescata voces, miradas y silencios de una generación que forjó el alma del país sin hacer ruido. La obra confirma que la madurez, lejos de ser una despedida, puede ser un acto de creación poderosa.
En tiempos de inmediatez y olvido, el libro de Irma Cobos de Maradiaga nos invita a detenernos, mirar atrás y entender que, en las pequeñas historias, se esconde la gran historia de una nación.
