La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, reaccionó este martes con contundencia a la salida del general Ramiro Muñoz de la dirección del Instituto Nacional Penitenciario (INP), y afirmó que esta decisión es “fuera de enfoque” y responde a intereses oscuros dentro del sistema de seguridad del país.

“Ramiro Muñoz era lo mejor que ha habido en este gobierno, pero como estaba tocando estructuras criminales, dejó de ser sujeto de confianza”, expresó Villanueva en una entrevista concedida a la radio HRN.

La funcionaria señaló directamente al ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, acusándolo de querer perpetuarse en el poder “a punta de servilismo e instrumentalización de la Policía” y de mantener alianzas con el crimen organizado. “Él, en complicidad con estructuras criminales, permitió negociaciones, tráfico de armas, municiones y extorsiones desde los centros penales”, denunció.

Villanueva también se refirió a la crisis de recursos dentro de la Secretaría de Seguridad, criticando inversiones cuestionables como en equipos de fútbol, mientras faltan insumos de calidad para los centros penales.

Dirigencia corrupta en cárceles y muertes bajo custodia
Recordó que durante los 14 meses en que la Policía Nacional administró el sistema penitenciario, ocurrieron graves fallos que derivaron en la matanza de 46 mujeres bajo custodia, lo que ella calificó como producto de una “dirigencia corrupta” dentro de las cárceles. En contraste, destacó que Muñoz logró recuperar la gobernanza penitenciaria en poco tiempo.

“¿Qué habrá descubierto Ramiro Muñoz? Eso él lo sabe muy bien. Yo lo puedo deducir, y lo puedo expresar claramente, aunque él por su formación tal vez no”, afirmó Villanueva, dejando entrever que el exjefe del INP podría haber revelado redes de poder ilegales.