Este miércoles, 1,026 agentes penitenciarios culminaron con éxito un exigente curso básico de seis meses, impartido por la Academia Nacional Penitenciaria (ANP). Esta graduación es parte del compromiso del gobierno de formar a 2,000 agentes para fortalecer la seguridad y el control en los centros penitenciarios del país, así como para contribuir al proceso de transición de la Comisión Interventora que se nombrará en el futuro.

Durante el curso, los nuevos empleados del Instituto Nacional Penitenciario recibieron una amplia formación en diversas áreas, incluyendo Derechos Humanos, Legislación Nacional e Internacional, Penal y Constitucional. Además, se les capacitó en operaciones prácticas como el control de motines, requisas, identificación de drogas y el traslado de Personas Privadas de Libertad con alto nivel de peligrosidad.

Además de estas habilidades operativas, los agentes también fueron instruidos en procesos de rehabilitación y reinserción social, destacando la importancia de su rol en la promoción de la rehabilitación de los internos.

Como parte de su preparación, los nuevos agentes realizaron prácticas profesionales en diferentes centros penitenciarios, donde adquirieron experiencia en diversas responsabilidades y misiones. Esta experiencia práctica les permitió familiarizarse con las labores que llevarán a cabo en el desempeño de sus funciones como personal de seguridad en los centros penitenciarios.

La graduación de estos agentes representa un paso importante en el fortalecimiento del sistema penitenciario hondureño y refleja el compromiso del gobierno en mejorar las condiciones de seguridad en las instituciones carcelarias del país.

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