Padre López: No se justifican enfrentamientos entre políticos
El vocero de la Conferencia Episcopal, sacerdote Juan Ángel López, señaló que hace años el pueblo hondureño está presenciando enfrentamientos por posturas políticas y nada está justificado por las normas de la ética y las buenas costumbres.
“No podemos controlar lo que sucede, pero sí nuestra reacción ante ello”, indicó el religioso en su columna de reflexión, subrayando lo que se está viendo en los últimos años a nivel de quienes dirigen el país.
“Bueno, si se le puede llamar dirigir a eso que hacen porque no se sabe ni para dónde vamos”, señaló, para recalcar que la población tiene años de estar presenciando un enfrentamiento entre dos posturas políticas antagónicas incapaces de dialogar y de pensar en nadie más que en sí mismas y en los dueños de sus partidos.
SÍGUENOS TAMBIEN EN LA NUEVA RED SOCIAL THREADS
A lo anterior, el padre Juan Ángel López, señaló que tampoco aplica que como “los otros lo hicieron, también lo hacemos nosotros”, porque en ese juego al final quienes «perdemos somos todos».
A su juicio, la clase política que dirige la política en el país deben entender que en política no todo se vale y que siguen tirando por tierra todas las aspiraciones de un cambio que depositó la población, que aspiraba a tener un cambio para bien y no de uno para peor.
CLÍCK AQUÍ PARA RECIBIR NOTICIAS
El vocero de la Iglesia Católica indicó que eso de hacer payasadas parece ser la consigna de la mayoría, aunque por supuesto no todos.
Y esas “payasadas de los señores políticos de nuestro país, no debe ser visto como algo de nuestro diario vivir. Les insistimos por enésima vez que cuando uno va al circo es para disfrutar y pasar un buen rato, pero que el escenario sobre el que han montado su teatro no es para eso, sino para construir un mejor país, encontrar consensos y proponer algo mejor para todos”.
Al final, señaló que esas payasadas, de ayer y de hoy, son el producto, sin duda, de la inmensa carencia que “tenemos en el país que no se justifica en la pobreza material, pero que es el peor de los déficits que tenemos: la pobreza moral”.