San Pedro Sula, Honduras. La ciudad industrial del país amaneció este viernes con múltiples pancartas colocadas en puntos estratégicos, justo en la antesala de la movilización convocada por el partido Libertad y Refundación (Libre), prevista para el próximo 30 de agosto en la zona norte.

Los mensajes impresos en las mantas reflejan el discurso político del oficialismo, con frases como: “oligarquía: no engañarán al pueblo”, “bipartidismo nunca más” y “los vamos a seguir gobernando, el bipartidismo no volverá”. Estas consignas, dirigidas al Partido Nacional y al Partido Liberal, refuerzan la narrativa de continuidad en el poder por parte de Libre. Contexto político y reacción ciudadana

Hasta el momento, las autoridades locales no han emitido declaraciones sobre la aparición de las pancartas. Tampoco se ha confirmado si su colocación fue organizada directamente por el partido oficialista o si se trata de una iniciativa espontánea de simpatizantes.

En redes sociales, algunos internautas han reaccionado con mensajes religiosos y políticos. Uno de ellos escribió: “El terror del socialismo es la Iglesia, la palabra de Dios; esa es la que saca demonios, destruye reyes y principados. San Pedro Sula y toda Honduras le pertenecen a Cristo Jesús y su sangre bendita limpiará de toda maldad a nuestra bella y amada Honduras”.

Este fenómeno no es aislado. Semanas atrás, en Tegucigalpa, aparecieron rótulos similares en puentes como el bulevar Centroamérica y el bulevar Suyapa, en vísperas de la “Caminata por la Paz” convocada por iglesias católica y evangélica el 17 de agosto.

En aquella ocasión, los mensajes fueron más directos, incluyendo citas bíblicas como Proverbios 17:23: “el perverso acepta sobornos en secreto para torcer el curso de la justicia”. También se exhibieron imágenes del arzobispo Vicente Nácher Tatay y del pastor Gerardo Irías, acompañadas del mensaje: “¡no al uso político partidario de nuestra fe, nuestra religión no debe ser usada en contra del pueblo! Fuera traficantes y mercenarios de la fe”.

A pesar de los rótulos en contra, la “Caminata por la Paz” se llevó a cabo sin incidentes, logrando reunir a miles de hondureños en distintos puntos del país. El evento fue visto como una expresión ciudadana en defensa de la fe y la democracia.