Tegucigalpa, 2 de noviembre de 2025 — En medio de una creciente tensión política y denuncias sobre intentos de manipulación electoral, el Partido Liberal y el Partido Nacional han iniciado conversaciones informales con miras a articular un frente común de oposición frente a Libertad y Refundación (Libre), la fuerza oficialista que busca mantener el poder en las elecciones generales del próximo 30 de noviembre.

La diputada del Partido Nacional, María Antonieta Mejía, confirmó en las últimas horas que ambas colectividades están evaluando formas de coordinar esfuerzos no para formar una alianza formal, sino para impulsar una movilización ciudadana unitaria que garantice la transparencia del proceso electoral y evite lo que calificó como un intento de “perpetuación autoritaria” por parte del gobierno.

“Esto no se trata de intereses personales ni de partidos. Se trata de que los hondureños puedan vivir en paz, con tranquilidad y con la certeza de que las cosas van a mejorar”, afirmó Mejía durante una rueda de prensa.

La legisladora acusó al partido Libre de profundizar las divisiones en la sociedad hondureña y de utilizar la crisis institucional y económica para consolidar lo que describió como un “régimen narcodictatorial”. En ese contexto, consideró urgente que las fuerzas de oposición actúen en conjunto, no desde la estructura partidaria, sino desde la ciudadanía organizada.

“A un frente común no se le define por un acuerdo escrito, sino por la voluntad colectiva de salir a votar, de no callar, de no claudicar. Es tener una causa justa que nos una a todos: defender la democracia”, explicó.

Mejía también se refirió a la consejera electoral Cossette López Osorio, vinculada al Partido Nacional, a quien defendió como una figura clave en la defensa de la institucionalidad. “Atacar a Cossette es atacar al derecho del pueblo hondureño a unas elecciones limpias”, sostuvo, rechazando las críticas públicas de que ha sido objeto la funcionaria por parte del oficialismo.

Finalmente, la diputada hizo un llamado a la ciudadanía a mantenerse alerta y participar activamente en los próximos días. “Debemos asegurar que cada voto cuente, que no haya manipulación ni fraude. La democracia no se negocia”, concluyó.

Con apenas cuatro semanas para los comicios, el escenario político hondureño se perfila cada vez más polarizado, mientras la oposición busca articular una respuesta coordinada frente a un gobierno que insiste en que el verdadero peligro para la democracia proviene de “las élites tradicionales”.