Durante el noticiero HCH nocturno, una persona que se identificó como miembro de la organización criminal pandilla 18 realizó una llamada telefónica para negar la responsabilidad de su grupo en las muertes violentas que ocurren en Honduras.

En la llamada, el individuo expresó su frustración por cómo las autoridades atribuyen todas las muertes violentas a su pandilla, y declaró: «No somos santos, pero solo a nosotros nos echan los muertos y las cosas no son así».

El presunto pandillero insistió en que la pandilla 18 no es responsable de los recientes homicidios en El Picachito y en la Buenos Aires de Tegucigalpa, y exigió que las autoridades investiguen correctamente antes de atribuirles la culpabilidad.

Afirmó que las autoridades encuentran fácil culpar a la pandilla 18 por diversos crímenes, incluyendo extorsiones y secuestros, sin realizar investigaciones exhaustivas.

El origen de la pandilla 18 se remonta a Los Angeles, donde surgió como una pandilla callejera. Aunque algunos relatos datan sus orígenes a finales de los años cincuenta, adquirió notoriedad en los años ochenta al separarse de la pandilla Clanton 14. Su papel en los motines de Los Ángeles después de la absolución de los policías implicados en la golpiza a Rodney King también fue destacado.

La llamada del presunto miembro de la pandilla 18 refleja la complejidad de la situación de la violencia en Honduras y la necesidad de investigaciones exhaustivas para determinar la verdadera responsabilidad en los crímenes.

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