El Aeropuerto Internacional de Palmerola, infraestructura clave en Honduras y base estratégica para operaciones militares de Estados Unidos, enfrenta cuestionamientos tras revelarse que su radar de última generación permanece inactivo.

La denuncia, impulsada por el excongresista estadounidense Matt Gaetz, también señala problemas con las luces de la terminal, lo que ha desatado preocupaciones sobre la seguridad aérea y operacional en la región.

Según la Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil (AHAC), el radar, adquirido a través de la empresa española ISDEFE por un costo aproximado de 10 millones dólares, no está operativo debido a retrasos en un proceso administrativo entre la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) y el Programa de Interconexión Municipal (PIA).

Jorge Corrales, subdirector de la AHAC, explicó que la activación del equipo requiere garantías de suministro eléctrico estable y la capacitación del personal técnico, pasos aún pendientes. Se espera que el sistema, bajo supervisión de ISDEFE, esté funcional para diciembre de este año.

En cuanto a las luces de la terminal, instaladas provisionalmente, operan de manera intermitente por fallos en la central eléctrica del aeropuerto.

Sin embargo, Corrales aseguró que las luces certificadas cumplen con los estándares de seguridad y reciben mantenimiento regular. Por su parte, Pavel Espinal, experto en aeronáutica y exsubdirector de la AHAC, calificó la situación como reflejo de las condiciones precarias de la terminal. Destacó la ausencia de radares primarios, esenciales para el control del tráfico aéreo y la lucha contra el narcotráfico, un problema crítico en la región.

Espinal señaló que, aunque en 2016 Centroamérica buscó adquirir radares primarios, Honduras no concretó la compra. La controversia se intensifica tras las acusaciones de Gaetz sobre un supuesto acercamiento del gobierno hondureño a China, lo que Corrales desmintió enfáticamente, subrayando la colaboración constante con la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo de Estados Unidos en Palmerola.

Asimismo, las recientes declaraciones de la fiscal general estadounidense, Pamela Bondi, sobre el posible uso del espacio aéreo hondureño para el narcotráfico, han avivado las tensiones.

La inactividad del radar y las deficiencias en la infraestructura de Palmerola mantienen el debate sobre la seguridad aérea y las relaciones bilaterales, mientras el gobierno hondureño busca resolver estos problemas para garantizar el funcionamiento óptimo de esta estratégica terminal.