En el tercer día del juicio por narcotráfico contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Ramón Matta Waldurraga negó categóricamente su implicación en el asesinato de Julián Arístides González, señalado por Alexander Ardón.

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Ardón únicamente mencionó el apellido Mata y no el nombre completo del presunto partícipe en el crimen.

Durante su intervención, Matta expresó que el presidente Juan Orlando Hernández los atropelló, pero no le desea ningún mal.

Se refirió a Ardón como un mentiroso que busca reducir su condena y lo calificó como un delincuente confeso.

En respuesta a comentarios de periodistas sobre su presencia u operación en Honduras, Matta Waldurraga negó cualquier actividad, aclarando que no opera porque no es un doctor, desmintiendo así las insinuaciones.

El hondureño explicó que su tiempo en una cárcel colombiana se debió a la solicitud de extradición de Honduras por lavado de activos.

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Afirmó que, una vez en Honduras, fue absuelto en el juicio que le permitió recobrar su libertad.

Matta destacó el peso del apellido en su vida y desestimó las acusaciones de Ardón, mencionando que el sistema de justicia estadounidense es corrupto y que muchos testigos buscan reducir sus condenas.

Refiriéndose a su padre, Ramon Mata Ballesteros, aún encarcelado en Estados Unidos, Matta lo describió como «secuestrado» y afirmó que solo la voluntad política podría permitir su retorno al país.

Los periodistas de La Tarde ofrecieron un espacio para que Matta expresara sus opiniones durante la transmisión en vivo.