Relaciones exteriores de Honduras influyen en cancelación del TPS


Los escenarios afines hacia enemigos directos de Estados Unidos no han ayudado en absoluto a nuestra diáspora.

Tegucigalpa, 8 de septiembre de 2025 — La cancelación definitiva del Estatus de Protección Temporal (TPS) para más de 55 mil hondureños en Estados Unidos marca un giro drástico en la política migratoria bilateral, y según la abogada Marcela Caro, experta en temas migratorios, esta decisión responde más a factores políticos que legales.

Diplomacia sin colaboración

Caro señaló que la administración del presidente Donald Trump actuó dentro de sus facultades constitucionales, pero que la medida refleja una falta de entendimiento con el gobierno de Xiomara Castro. “Existe una diplomacia, pero no una colaboración”, afirmó, al destacar que Honduras no logró negociar una salida favorable ni establecer puentes con Washington para preservar el beneficio migratorio.

La experta contrastó el caso hondureño con el de El Salvador, donde el TPS fue renovado gracias a la estrecha relación entre Trump y el presidente Nayib Bukele. “No es que el presidente Trump no quiera dar este beneficio, de lo contrario hubiera cancelado también el de los salvadoreños”, explicó Caro, subrayando que la diferencia radica en el enfoque diplomático.

Vínculos con países adversarios

Uno de los factores que, según Caro, influyó negativamente fue la cercanía del gobierno hondureño con naciones consideradas adversarias por Estados Unidos. “Los escenarios afines hacia enemigos directos de Estados Unidos no han ayudado en absoluto a nuestra diáspora”, declaró, en referencia a las alianzas internacionales que han generado fricciones con Washington.

La especialista lamentó que Honduras no haya gestionado a tiempo una estrategia de acercamiento. “Tuvo que haber retomado desde el momento que entró el presidente Donald Trump”, dijo, al considerar que el gobierno hondureño dejó pasar una ventana clave para negociar la continuidad del TPS.

Más allá de las cifras oficiales, Caro advirtió que el impacto de la medida es profundo. “Detrás de los 55 mil tepesianos hay familias enteras”, recalcó. Mariano Guzmán, beneficiario del programa, describió el día como un “punto de quiebre”, tras recibir la notificación oficial del Departamento de Seguridad Nacional sobre la cancelación del TPS.

La decisión afecta también a nicaragüenses y otros grupos migrantes que dependían del programa. Aunque se espera una audiencia judicial en noviembre, el TPS ha sido suspendido de manera efectiva desde hoy.

Este episodio revela cómo las relaciones exteriores pueden tener consecuencias directas sobre la vida de miles de ciudadanos, y deja a Honduras ante el reto de atender el eventual retorno de su diáspora en medio de un panorama económico y social complejo.


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