La situación en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) se ha tornado crítica tras la renuncia de al menos cinco médicos especialistas en las últimas semanas, lo que ha profundizado el colapso en la atención médica especializada Blanca Munguía, directora de Salud de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), advirtió que esta ola de renuncias “debilita el sistema de salud y es un fenómeno preocupante”.

Según explicó, la salida de estos profesionales no solo reduce el acceso a servicios vitales, sino que prolonga la espera para cirugías y consultas especializadas, que ya alcanzan entre cinco y siete meses.

Actualmente, el IHSS cuenta con apenas dos endocrinólogos y un cirujano plástico para atender a miles de derechohabientes.

La mora quirúrgica supera las 14,000 intervenciones pendientes, y cada renuncia agrava el retraso.

Los médicos que han abandonado sus puestos señalan como principales causas los pagos atrasados, la falta de estabilidad laboral y el incumplimiento de acuerdos previos.

Lenín García, uno de los afectados, denunció que más de 250 profesionales bajo contrato o interinato enfrentan pagos irregulares, a pesar de haber entregado toda la documentación requerida desde junio de este año.

“Volvemos a lo mismo”, lamentó García, al señalar que los acuerdos establecidos en reuniones anteriores no se han respetado.

Alexander Mayrena, otro especialista, alertó que al menos 18 médicos —en su mayoría subespecialistas— han renunciado recientemente, dejando a la población sin acceso a servicios que en el sector privado resultan inaccesibles para la mayoría.Munguía subrayó que esta crisis refleja la ausencia de políticas públicas efectivas para fortalecer el sistema de salud. “No hay estrategias claras, y eso se traduce en un debilitamiento del servicio”, afirmó.

Exigió al IHSS respuestas ágiles y al Gobierno asumir su responsabilidad para evitar que el fenómeno se profundice.

La Asociación de Médicos del IHSS ha solicitado la contratación urgente de más especialistas, pero hasta ahora esa promesa no se ha cumplido. Mientras tanto, miles de pacientes continúan esperando atención médica, y el sistema se enfrenta a una fuga de talento que amenaza con dejarlo sin capacidad operativa.