Requerimiento a varias personas por compra fraudulenta de medicinas
El Ministerio Público, a través de la Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (UFERCO) presenta requerimiento fiscal contra exfuncionarios de la Secretaría de Salud y representantes de la empresa Astropharma S.A.
Según la UFERCO. dicha red habría utilizado sus tentáculos entre 2009 y 2012 para desviar millones de lempiras destinados para medicamentos en el Hospital Regional del Sur, en Choluteca.
Con este fraude, se le negó a una madre la oportunidad de recibir tratamiento médico y a un niño la cama donde pudo ser atendidos en su momento más crítico.
Los acusados: Carlos Alberto González Flores, exdirector del Hospital del Sur; Juan Pastor Rodríguez Molina; Hernán Enrique Vindel Mourra; Martha Lidia Girón; María Nieves Martínez Cárdenas; Gustavo Armando Avelar Aguilar; Moisés Torres López y Vinicio Monterrosa Samayoa.
Por parte de Astropharma S.A.: Marco Tulio Gutiérrez Velásquez y Gilberto Lezama Toro.
Los delitos imputados: fraude, falsificación de documentos públicos y violación de los deberes de los funcionarios.
Las investigaciones destapan una vergonzosa maniobra en la que exfuncionarios manipularon los procesos de licitación y simularon la participación de otras empresas.
También, fraccionaron los contratos para evadir la licitación pública, asegurando que Astropharma S.A obtuviera 50 contratos de compras y se beneficiara de manera irregular con más de 20 millones de lempiras (L 20,430,466.38).
Cabe destacar que esta empresa para ser favorecida fue vendida previamente para ocultar su vínculo con una exvicepresidenta del Congreso Nacional en 2009.
La magnitud del engaño al pueblo es abrumadora, ya que empleados del Hospital del Sur alteraron actas de recepción y falsificaron registros para encubrir los incumplimientos de Astropharma S.A. en los plazos de entrega de medicamentos establecidos en el contrato, evitando una multa de casi L 13 millones, provocando un perjuicio total de L 33.4 millones (L 33,403,166.38).
Documentos financieros señalan que la empresa pagó sobornos para asegurar su favoritismo en contratos, evidenciando, así como la salud de los hondureños fue usada como moneda de cambio para beneficiar a un grupo.