Un país en vilo con su democracia amenazada su va a las urnas


Tegucigalpa, 23 de noviembre de 2025. Honduras entra en una semana decisiva marcada por un ambiente de tensión y zozobra, a pocos días de las elecciones generales del próximo 30 de noviembre, en las que se definirá el rumbo político del país para los próximos cuatro años.

Más de 6.5 millones de hondureños están convocados a las urnas para elegir:

  • Presidente de la República y tres designados presidenciales.
  • 128 diputados titulares y 128 suplentes al Congreso Nacional.
  • 20 diputados titulares y 20 suplentes al Parlamento Centroamericano (PARLACEN).
  • 298 alcaldes y vicealcaldes, además de 2,168 regidores municipales.

Se trata de una renovación integral de las principales instituciones del Estado, lo que convierte a estos comicios en uno de los más amplios y decisivos de la historia reciente.

Salvador Nasralla o «Papi a la Orden»

Diversos sondeos nacionales e internacionales colocan al candidato del Partido Liberal, Salvador Nasralla, como favorito en la intención de voto. Según el estudio de Le Vote e Instituto de la Justicia, Nasralla lidera con un 26%, seguido por Nasry Asfura con 21% y Rixi Moncada con 14%.

Otros sondeos recientes confirman que el comunicador y político liberal mantiene ventaja en varios departamentos del país, perfilándose como uno de los principales contendientes para alcanzar la presidencia.

Denuncias contra las Fuerzas Armadas y presiones al CNE

El proceso electoral no ha estado exento de polémica. La consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, denunció una “escalada de intromisión” de las Fuerzas Armadas en labores propias del organismo, incluyendo acceso indebido a áreas de monitoreo y presiones sobre el personal.
Además, sectores políticos y sociales han advertido sobre presiones e intimidaciones contra los consejeros del CNE, lo que ha generado preocupación en la comunidad internacional. Organismos como la ONU, OEA y Unión Europea han pedido garantizar la independencia del ente electoral y unas elecciones libres y transparentes.

Un país en vilo

La campaña, que inició el 1 de septiembre, concluye en medio de acusaciones de fraude anticipado, denuncias de violencia política y un clima de incertidumbre institucional. Con la custodia del material electoral en manos de las Fuerzas Armadas y las tensiones internas en el CNE, la sociedad hondureña espera que el próximo domingo se respete la voluntad popular y se defina con claridad el futuro del país.

En resumen: Honduras vive una semana crucial, con elecciones que renovarán más de 2,600 cargos de elección popular, encuestas que favorecen a Salvador Nasralla, y un ambiente marcado por denuncias contra las Fuerzas Armadas y presiones al CNE. El desenlace del 30 de noviembre será determinante para el rumbo político y democrático de la nación.


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