Santa Bárbara, Honduras.- La comunidad de Los Laureles, en el sector Las Flores, fue sacudida por un acto de violencia que ha generado consternación entre fieles y vecinos. El pastor Wilmer Castellanos, de 55 años, fue asesinado brutalmente a machetazos la tarde del sábado, justo cuando se disponía a iniciar un culto en la Iglesia Alfa y Omega.

Ataque repentino y sin mediar palabra

Según testigos presenciales, el agresor —presuntamente bajo los efectos de alguna sustancia— se acercó al líder religioso sin emitir palabra y lo atacó con un machete que llevaba oculto. “No andaba en sus cinco sentidos”, relató uno de los presentes.

Castellanos recibió múltiples heridas que le provocaron la muerte en el lugar, pese a los intentos de los vecinos por auxiliarlo. El atacante huyó inmediatamente después del crimen, y las autoridades desplegaron un operativo para dar con su paradero.

La congregación de Alfa y Omega y los habitantes de la zona recordaron al pastor como un hombre dedicado a la fe y al servicio comunitario. Su muerte ha generado un profundo sentimiento de tristeza y preocupación entre los creyentes, quienes exigen justicia y mayor protección para los líderes religiosos.

La Policía Nacional y la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) se presentaron en el lugar para iniciar las pesquisas. Aunque inicialmente se desconocía la identidad del agresor, informes posteriores revelaron que el atacante sería un primo del pastor, con quien habría tenido problemas personales. El sospechoso fue capturado poco después del hecho y se le decomisó el arma utilizada.

Este crimen se suma a una creciente ola de violencia que afecta a líderes religiosos en Honduras, en medio de un clima de tensión social y amenazas contra sectores que promueven la fe y la participación ciudadana.