Juticalpa, Olancho. La comunidad de Las Lomas se encuentra profundamente consternada tras el fallecimiento de Eskarleth Anahy Meza Cáceres, una joven de 17 años que perdió la vida este martes a causa de una grave intoxicación por fosfuro de aluminio, un químico altamente tóxico utilizado en la conservación de granos básicos.

La menor fue trasladada de emergencia al Hospital San Francisco de Juticalpa, donde el personal médico intentó salvarle la vida. Sin embargo, debido a la severidad de la intoxicación, Eskarleth falleció horas después, generando una ola de dolor entre sus familiares y vecinos.

Según allegados, la joven enfrentaba desafíos emocionales que preocupaban a su entorno más cercano. En medio del duelo, su familia ha hecho un llamado urgente a la sociedad para reflexionar sobre el impacto del acoso y el bullying, señalando que estos problemas pueden tener consecuencias devastadoras en la salud mental de los jóvenes.

Uno de los mensajes más conmovedores fue compartido por su prima Wendy en redes sociales, quien escribió:

“Que descanses en paz, prima. A veces la vida duele más de lo que se puede soportar, y aunque no entendamos por qué, solo deseo que ahora encuentres la paz que tanto necesitabas… Te fuiste demasiado pronto, con solo 17 años, dejando un vacío imposible de llenar.”

Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias en las que la joven ingirió el fosfuro de aluminio, mientras la familia exige justicia y mayor atención institucional a los problemas emocionales que afectan a la juventud hondureña.

Apoyo emocional en Honduras: recursos disponibles

Ante situaciones de crisis emocional, existen líneas de ayuda gratuitas y confidenciales que pueden brindar orientación y acompañamiento:

Este caso pone en evidencia la necesidad urgente de fortalecer la atención psicosocial en comunidades rurales, así como de regular el acceso a sustancias peligrosas como el fosfuro de aluminio. La historia de Eskarleth no debe repetirse.