Abren escrutinio especial tras detectar inconsistencias en 847 actas
El proceso electoral hondureño volvió a entrar en una fase de revisión crítica. A casi un mes de las Elecciones Generales 2025, el Consejo Nacional Electoral (CNE) reconoció oficialmente la existencia de inconsistencias en centenares de actas, lo que obligó al Pleno a autorizar escrutinios especiales en cuatro departamentos del país.
La decisión quedó formalizada en la Certificación 3018-2025, emitida tras una sesión ordinaria celebrada entre el 26 y 27 de diciembre. El documento marca un punto de inflexión en la etapa postelectoral, al admitir que el sistema de transmisión preliminar no logró validar la totalidad de los resultados sin observaciones.
847 actas bajo revisión: el tamaño del problema
El informe de la Comisión de Seguimiento detalla que, tras la corrección visual y las validaciones del TREP, persisten 847 actas con inconsistencias, distribuidas de la siguiente manera:
- 535 actas de Diputados al Congreso Nacional
- 312 actas de Corporación Municipal
Los departamentos donde se realizará el escrutinio especial son Atlántida, Colón, Comayagua y Copán, zonas con peso electoral significativo y disputas políticas particularmente cerradas.
Además, el CNE autorizó revisar 21 actas adicionales —13 municipales y 8 de diputaciones— que permanecían en estado de pendiente de transmisión por parte de la empresa encargada del sistema.
Qué falló: el TREP no validó
El Consejo fundamentó su decisión en el incumplimiento de los criterios de validación establecidos en el Reglamento del TREP:
- Artículo 8 para corporaciones municipales
- Artículo 9 para diputaciones al Congreso Nacional
Aunque la certificación no detalla la naturaleza específica de cada inconsistencia, sí confirma que las actas no superaron los filtros técnicos, incluso después de la corrección visual previamente ordenada.
El propio CNE reconoce que una certificación anterior permitió reducir el volumen de actas observadas, lo que evidencia que los problemas iniciales fueron más amplios de lo que ahora queda reflejado.
Unanimidad con fisuras internas
El acuerdo para abrir los escrutinios especiales fue unánime, pero el consenso se fracturó al definir por dónde iniciar.
Las consejeras Ana Paola Hall y Cossette López-Osorio respaldaron comenzar con el nivel de diputados al Congreso Nacional, argumentando que:
- El informe de la auditoría externa sobre disputas municipales aún no está disponible.
- El proceso no puede paralizarse.
- El Congreso es clave para la alternabilidad del poder.
En contraste, el consejero Ochoa dejó constancia de su voto disidente. Aseguró que las principales disputas están en el nivel municipal y que esas actas podrían procesarse en 24 horas. Para él, lo procedente era iniciar con corporaciones municipales o hacerlo de forma simultánea.
La diferencia, más que técnica, es política y estratégica.
La auditoría ausente: el punto más sensible
Uno de los elementos más delicados del documento es lo que aún no existe: el informe de la empresa auditora externa.
El CNE admite que ese informe será determinante para identificar dónde están las mayores disputas, especialmente en el nivel municipal. Aun así, decidió avanzar sin contar con ese insumo técnico completo.
Esto abre un flanco de incertidumbre: el proceso avanza, pero la fotografía final del problema todavía no está completa.
Lo que está en juego
Más allá del lenguaje administrativo, la certificación confirma una realidad incómoda: el proceso electoral 2025 no cerró sin sobresaltos.
Los escrutinios especiales no solo revisan números; pueden redefinir márgenes, corregir errores y alterar correlaciones de poder, sobre todo en municipios donde cada voto tiene impacto directo.
El CNE optó por seguir adelante, pero el documento deja claro que las elecciones concluyeron con fisuras técnicas, decisiones divididas y preguntas aún abiertas.
El conteo continúa. Y con él, la tensión por saber si las correcciones bastarán para disipar las dudas o si abrirán un nuevo capítulo de disputa postelectoral.
