A LO LARGO de la década de 2000, Maria Sharapova fue una fuerza dominante en el tenis femenino.

Obtuvo cinco títulos de Grand Slam , incluido el triunfo en Wimbledon en 2004 a la tierna edad de 17 años.

A partir de ese momento todo cambió. Patrocinadores como Nike, Evian,  Porsche  y Tag Heuer ofrecieron al ruso, que ahora tiene 36 años, grandes acuerdos comerciales.

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Mientras que las sesiones de fotos de portadas glamorosas con revistas de moda la convirtieron en el rostro definitivo fuera de la cancha.

A los 32 años colgó la raqueta, tras cumplir una sanción por drogas de 15 meses.

Aunque eso pudo haber manchado su carrera como jugadora, desde su retiro se ha convertido en una mentora extraordinaria para las mujeres empresarias.

Su empresa de dulces, Sugarpova, en la que invirtió alrededor de 400.000 libras esterlinas hace 11 años, ahora vale la asombrosa cifra de 150 millones de libras esterlinas. Anualmente, borra £ 16 millones.

El viaje de la estrella de tenis más sexy del mundo a un innovador de negocios global está completo.

Comenzó en Sochi

El resort de playa de verano Sochi, que se encuentra en el Mar Negro, se ha convertido en sinónimo del mundo del deporte.

Más recientemente, fue sede de los exitosos Juegos Olímpicos de Invierno de 2014.

Pero también fue donde una joven Sharapova soñó con el éxito en el tenis. Tenía solo tres años cuando se mudó allí con su madre, Jelena y su padre, Yuri.

A la edad de cuatro años, el niño ambicioso ya estaba interesado en jugar al tenis y Aleksandr Kafelnikov le regaló una raqueta, cuyo hijo Yevgeny ganaría dos títulos de Grand Slam y se convertiría en el primer número uno del mundo de Rusia.

Su primer mentor, Yuri Yutkin, le dio lecciones hasta que el destino la envió a los Estados Unidos.

Fue en una clínica de tenis dirigida por Martina Navratilova en Moscú, donde brillaría y se le daría la oportunidad de dejar atrás el país comunista y mudarse a Florida para entrenar con Nick Bollettieri en la Academia IMG, donde Andre Agassi, Monica Seles y Anna Kournikova perfeccionaron sus habilidades.

Con solo $ 700 (£ 563) de ahorro y sin una palabra de inglés a la que recurrir, Yuri y Maria emigraron a los EE. UU. en 1994; debido a restricciones de visa, Yelena se unió dos años después.

El éxito genera fama

Con solo 17 años, Sharapova ganó fama mundial al vencer a la campeona defensora y máxima cabeza de serie Serena Williams en la final de Wimbledon.

Para 2005, era la número 1 del mundo y siguió con su segundo título de Grand Slam: el US Open un año después.

María agregaría tres Grand Slams más a su currículum, el Abierto de Australia en 2008 y el Abierto de Francia en 2012 y 2014.

En la cancha, ganó notoriedad por tener el  gruñido más fuerte del tenis .

Sus gritos y gritos ensordecedores durante los puntos eran tan fuertes que se registraron más de 100 decibelios.

Ella acumularía $ 38,777,962 en ganancias de carrera, el cuarto más alto de todos los tiempos y 36 títulos de carrera.

Lejos del deporte, su belleza le otorgaría un acuerdo de patrocinio con los gigantes de los cosméticos Avon.

La Semana de la Moda de Nueva York se convirtió en su segundo hogar, ya que se la vio asistiendo a los eventos de Vera Wang y Ralph Lauren. En la Met Gala de Nueva York brilló.

La marca suiza de relojes Tag Heuer la convirtió en embajadora mundial de su marca.

Mientras se la vio conduciendo Porsche, otro exclusivo y lujoso patrocinador.

Todo eso llevaría su patrimonio neto personal a más de 300 millones de libras esterlinas.

Sin embargo, el escándalo la haría perder más de un año en el juego.

prohibición de drogas

En el Abierto de Australia de 2016,  Sharapova dio positivo por meldonio , que había sido clasificado como sustancia prohibida unas semanas antes.

La ignorancia de las nuevas reglas de la Wada no fue excusa y terminó cumpliendo una prohibición de drogas de 15 meses.

Ella dijo en un comunicado en ese momento: «Recibí una carta de la ITF de que fallé una prueba de drogas en el Abierto de Australia. Asumo toda la responsabilidad por ello.

«Durante los últimos 10 años, mi médico de familia me ha recetado un medicamento llamado mildronato y hace unos días, después de recibir la carta de la ITF, descubrí que también tiene otro nombre, meldonium, que no conocía.

«Es muy importante que comprenda que durante 10 años este medicamento no estuvo en la lista de sustancias prohibidas de Wada y que lo había estado tomando legalmente durante los últimos 10 años.

«Pero el 1 de enero las reglas cambiaron y el meldonio se convirtió en una sustancia prohibida que yo no conocía».

«Mi médico me dio este medicamento por varios problemas de salud que tenía en 2006», continuó Sharapova.

«A lo largo de mi larga carrera he sido muy abierto y honesto sobre muchas cosas y asumo una gran responsabilidad y profesionalismo en mi trabajo todos los días y cometí un gran error.

«Decepcioné a mis fanáticos. Decepcioné el deporte que practico desde los cuatro años y que amo profundamente.

«Sé que con esto me enfrento a las consecuencias y no quiero terminar mi carrera de esta manera y realmente espero tener otra oportunidad de jugar este juego.

«Sé que muchos de ustedes pensaron que me retiraba, pero si alguna vez fuera a anunciar mi retiro, probablemente no sería en un hotel del centro de Los Ángeles con esta alfombra bastante fea».

Jubilación y redención

Cuando regresó al  circuito de la WTA  en abril de 2017, nunca fue la misma jugadora y solo alcanzó un cuarto de final de Grand Slam.

Una lesión en el hombro también le impidió ser competitiva contra las mejores del mundo, empujándola al margen del juego a medida que surgían nuevas estrellas.

Se retiró a los 32 años en 2020, pero no ha dejado de ser el centro de atención.

Más recientemente, Sharapova fue vista en el Gran Premio de Mónaco entregando un trofeo al campeón de F1 Max Verstappen por lograr la pole position.

Sin embargo, es su compañía Sugarpova la que la mantiene ocupada.

Tenía solo 25 años cuando invirtió $ 500,000 en su propia tienda de dulces en 2013.

Inicialmente recibió críticas por su promoción de bocadillos de azúcar, que intentaba específicamente dirigirse a un público joven.

Sharapova ignoró a los enemigos. Hoy en día, vale alrededor de £ 150 millones.

Recauda £ 16 millones cada año, vendiendo dulces y chocolate premium en más de 22 países.

Eso permitió a Sharapova asociarse con la Asociación Nacional de Mujeres Empresarias (NAWBO) y asesorar a mujeres empresarias en 2018.

Olvídate de la leyenda del tenis. Ahora es una empresaria líder que gana más dinero que nunca.(thesun.com.uk)