El gobierno conservador británico anunció el lunes la prohibición de los cigarrillos electrónicos desechables, una medida que forma parte de un plan más amplio diseñado para combatir el tabaquismo. Esta decisión surge en respuesta a la preocupación de las autoridades sanitarias y médicas por el aumento del vapeo entre los jóvenes, especialmente debido al sabor afrutado de estos productos.

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Declaraciones del primer ministro
El primer ministro Rishi Sunak expresó su preocupación por la tendencia preocupante del aumento del vapeo entre los jóvenes y afirmó que era necesario actuar antes de que este fenómeno se vuelva endémico. Además, destacó la necesidad de tomar medidas contundentes debido a la falta de conocimiento sobre las consecuencias del vapeo para la salud.

Detalles de la prohibición
La ministra de Salud, Victoria Atkins, precisó que la prohibición de los cigarrillos electrónicos desechables podría entrar en vigor a principios del próximo año. Además de esta medida, el gobierno británico reducirá el número de sabores autorizados para los cigarrillos electrónicos clásicos, hará menos atractivos sus envases y regulará la forma en que se presentan estos productos en los comercios para que sean menos visibles para los consumidores jóvenes.

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Aumento del consumo entre los jóvenes
Según cifras oficiales, la proporción de jóvenes de 11 a 17 años que consumen cigarrillos electrónicos desechables se ha multiplicado por nueve en los últimos dos años. El gobierno busca prevenir la adicción a la nicotina, a la que el vapeo suele ser una puerta de entrada, especialmente para los jóvenes.

Impacto del tabaquismo
El gobierno recordó que fumar es la principal causa de muerte evitable en el Reino Unido, siendo la razón de aproximadamente una de cada cuatro muertes por cáncer. En línea con este anuncio, el primer ministro expresó su deseo de ampliar la prohibición de venta de cigarrillos para que el Reino Unido se convierta progresivamente en un país libre de tabaco. Actualmente, la edad legal para comprar cigarrillos en el país está fijada en 18 años, con planes de aumentarla de forma progresiva en el futuro.