Tegucigalpa, 10 de noviembre de 2025 — El hallazgo del cuerpo de Claudia Aceituno, una mujer de 38 años reportada como desaparecida desde hace tres meses, conmocionó este domingo a los vecinos de la aldea Suyapa, en la capital hondureña. Su familia la encontró semienterrada dentro de su propia vivienda, tras seguir indicios que confirmaron sus peores temores.

Daniel Rolando Cáceres, hermano de la víctima, relató que comenzaron a sospechar del hombre con quien ella convivía, luego de notar que compraba cloro, cal y desinfectante en una pulpería cercana. “Nos dijeron que eso servía para matar el mal olor. Entonces decidimos revisar la casa”, declaró.

🔴#RadioHRN | Autoridades investigan el hallazgo del cuerpo de Claudia Aceituno, reportada como desaparecida, semienterrado en la aldea Suyapa.

👉 Se espera la llegada de Medicina Forense para el levantamiento y las indagaciones del caso.
Olvin Funes con los detalles👇 pic.twitter.com/m2dLSID2Zq

— Radio HRN (@radiohrn) November 10, 2025

La familia había clausurado una habitación tras la desaparición, sin imaginar que el cuerpo de Claudia yacía bajo el suelo. “Rompimos la puerta, empezamos a escarbar y la encontramos ahí. Fue terrible”, añadió Daniel, quien junto a su madre había solicitado ayuda a las autoridades durante meses, sin obtener respuesta.

Denuncias ignoradas y dolor acumulado

Durante la búsqueda, la familia recorrió hospitales, morgues y presentó denuncias en varias postas policiales. “La policía no hizo nada. Si hubieran actuado, quizá la habríamos encontrado viva”, lamentó doña Blanca, hermana mayor de la víctima.

La vivienda permanece bajo resguardo policial, mientras equipos de Medicina Forense realizaron la exhumación del cuerpo y su traslado al Centro de Ciencias Forenses para la autopsia correspondiente.

El principal sospechoso, pareja sentimental de Claudia, fue detenido horas después del hallazgo. Vecinos aseguran que el hombre engañó a todos durante meses, incluso acompañando a la familia en la búsqueda de la mujer desaparecida.

Claudia Aceituno deja tres hijas menores de edad, de 10, 8 y 4 años, quienes quedarán bajo el cuidado de sus familiares. “Ella trabajaba y luchaba por sus niñas. No merecía morir así. Lo único que queremos ahora es justicia”, concluyó doña Blanca.