Washington D.C., Estados Unidos – Miércoles, 4 de junio de 2025. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado hoy la tensión comercial global al anunciar la duplicación de los aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio, elevándolos del 25% al 50%.¹ Esta medida, efectiva desde las 00:01 horas locales de este miércoles (04:01 GMT), podría desatar una nueva oleada de represalias comerciales por parte de sus socios.

Desde su regreso a la presidencia en enero, Trump ha implementado una serie de tarifas aduaneras que han puesto a prueba las relaciones con sus socios comerciales.² El acero y el aluminio fueron los primeros sectores afectados, con un recargo inicial del 25% que entró en vigor el 12 de marzo, bajo el argumento de fomentar la inversión y la producción nacional.

Justificación por «Seguridad Nacional» y Alcance de la Medida

En el decreto presidencial que justifica el aumento, se afirma que, si bien los aranceles previos «han contribuido a un importante apoyo a los precios en el mercado estadounidense, aún no han permitido que estas industrias desarrollen y mantengan una tasa de utilización de la capacidad de producción necesaria» para su viabilidad a largo plazo. El texto añade que el aumento «proporcionará un mayor apoyo a estas industrias y reducirá o eliminará la amenaza para la seguridad nacional que suponen las importaciones de artículos de acero y aluminio y sus derivados».

Estos gravámenes sectoriales, que también se aplican a la industria del automóvil y que pronto se extenderán a productos farmacéuticos y semiconductores, son los únicos que no han sido bloqueados por una reciente sentencia judicial que frenó la mayoría de los aranceles generales.

En 2024, Estados Unidos importó cerca de la mitad del acero y aluminio consumido en el país. Canadá, Brasil y México son sus principales proveedores de acero, mientras que Argentina es el sexto proveedor de aluminio.

Reacciones Internacionales y Amenazas de Represalias

La decisión ya ha provocado reacciones. El gobierno de México manifestó el martes su intención de pedir ser excluido de este arancel, calificándolo el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, de medida «injusta, insostenible e inconveniente».

Por otro lado, el Reino Unido ha sido exento de este aumento, manteniendo su tasa en el 25% para permitir que Londres y Washington completen sus negociaciones para un acuerdo comercial bilateral, anunciado el mes pasado.

El gobierno británico declaró estar «satisfecho» con esta exención temporal.

La medida coincide con una reunión clave en París entre el Representante Comercial de la Casa Blanca (USTR), Jamieson Greer, y el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, en el marco de la OCDE. Trump ha acusado a la Unión Europea de no negociar de buena fe y ha amenazado con aplicarles un recargo arancelario del 50%.

Cabe recordar que el 2 de abril, en lo que Trump denominó el «Día de la liberación», el mandatario republicano impuso aranceles del 10% a casi todos sus socios comerciales y tasas más altas a decenas de economías, incluyendo la UE y China, con el fin de corregir lo que Washington considera prácticas comerciales injustas.

Estas tasas más altas fueron suspendidas por 90 días, pero la moratoria expirará el 9 de julio. La portavoz de la Casa Blanca confirmó el martes que se ha enviado una carta a los socios comerciales para recordarles la cercanía de esta fecha límite, mientras Europa ya ha advertido que tiene la intención de replicar a un aumento arancelario.

La incertidumbre generada por estas políticas comerciales ya ha llevado a la OCDE a recortar su pronóstico de crecimiento global a un 2.9%, desde el 3.1% previsto en marzo. Además, la semana pasada, Trump acusó a China de no respetar los términos del acuerdo de desescalada firmado en mayo en Ginebra, amenazando con avivar aún más la guerra comercial.