China y Honduras consolidan dos años de frutos tangibles, pese a voces disonantes
Los frutos de la cooperación bilateral entre China y Honduras muestran avances concretos que desmienten las campañas negativas y prejuicios que intentan desacreditar esta alianza.
Desde marzo de 2023, cuando se oficializaron los lazos diplomáticos, ambos países han profundizado la confianza política y la cooperación en diversos sectores.
Los intercambios de alto nivel, incluida la visita histórica de la presidenta Xiomara Castro a Beijing, han abierto un camino de colaboración basado en el respeto mutuo, la igualdad y el beneficio compartido.
En materia económica, el comercio bilateral superó los 2,000 millones de dólares en 2024, con un crecimiento del 20% en exportaciones hondureñas hacia China.

Productos emblemáticos como el café, el camarón y el tabaco han encontrado un mercado estable y en expansión en la nación asiática.
Solo el café hondureño multiplicó sus ventas 14 veces en un año, beneficiando a miles de productores y generando decenas de miles de empleos.
A esto se suman las compras chinas de más de 4,200 toneladas de camarón y acuerdos para adquirir tabaco por 3 millones de dólares.
China también ha apoyado con donaciones estratégicas, como más de 1,300 toneladas de harina de trigo distribuidas en 50 municipios, la entrega de 8,000 uniformes deportivos, 291 tablets para digitalización educativa, instrumentos musicales y proyectos de salud como la futura donación de ambulancias.
Asimismo, impulsa el desarrollo agrícola con la construcción de seis escuelas agrícolas y la puesta en marcha de un ambicioso plan para levantar 300 escuelas rurales, además de apoyar al sector cafetalero con nueva tecnología.
En el ámbito cultural y académico, se inauguró el primer Instituto Confucio en Honduras, se firmó un acuerdo de cooperación científica y se otorgaron 30 becas anuales completas para estudiantes hondureños en universidades chinas.

Frente a las voces críticas que acusan a China de generar dependencia, los resultados muestran lo contrario: inversiones que fortalecen la autosuficiencia hondureña, generan empleos y amplían oportunidades para la juventud.
El apoyo en infraestructura, educación, deporte, salud y producción agrícola evidencia que se trata de una relación de beneficio mutuo y no de imposiciones políticas.
En conclusión, los primeros años de relaciones diplomáticas entre China y Honduras reflejan logros palpables que desvirtúan los prejuicios y campañas negativas.

El vínculo avanza con paso firme, consolidándose como una alianza estratégica que abre un horizonte de desarrollo y prosperidad compartida que será ampliada con el paso del tiempo.

