San Salvador vivió una noche inolvidable el sábado 4 de octubre, cuando la legendaria banda estadounidense Guns N’ Roses hizo vibrar el Estadio Jorge “El Mágico” González con un espectáculo cargado de nostalgia, energía y puro rock.

El concierto, parte de su gira mundial Because What You Want & What You Get Are Two Completely Different Things Tour, reunió a miles de fanáticos salvadoreños y visitantes de países vecinos como Honduras, Guatemala y Nicaragua.

Desde tempranas horas, los alrededores del estadio se llenaron de seguidores que esperaban ansiosos el regreso de Axl Rose, Slash y Duff McKagan a suelo cuscatleco, tras 15 años de ausencia. La banda salvadoreña Ran42K abrió el evento a las 6:00 p.m., preparando el ambiente para lo que sería una noche histórica.

A las 8:00 p.m., los acordes de Welcome to the Jungle marcaron el inicio de un recital de casi tres horas, en el que Guns N’ Roses interpretó sus himnos más emblemáticos como Sweet Child O’ Mine, November Rain, Don’t Cry y Paradise City. La química entre los músicos y la euforia del público convirtieron el estadio en un coro masivo, donde generaciones enteras se unieron para celebrar el legado de una de las bandas más influyentes del rock mundial.

La seguridad del evento fue reforzada con más de 250 agentes policiales y personal militar, garantizando una experiencia segura para todos los asistentes. La organización decidió trasladar el concierto del Estadio Cuscatlán al Mágico González para preservar el césped de cara a los compromisos de la selección nacional.

Con luces espectaculares, sonido impecable y una entrega total sobre el escenario, Guns N’ Roses dejó claro que su música sigue vigente y que su conexión con Centroamérica permanece intacta. Para muchos hondureños que cruzaron la frontera, fue una oportunidad irrepetible de ver a sus ídolos sin salir de la región.