Continúa la ruta del ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, por Corea del Norte con motivo de las celebraciones por el 70 aniversario del armisticio en la Guerra de Corea en 1953.

Además de asistir a los desfiles militares en Pyongyang, Shoigu ha recorrido de la mano del dictador comunista norcoreano un arsenal de misiles.

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Kim Jong-un, que aspira a vender armas a Rusia en un momento en que las tropas de Moscú se encuentran escasas de municiones por el desgaste de la guerra de Ucrania y las sanciones internacionales, presumió de sus misiles balísticos con capacidad nuclear con los que periódicamente desafía a Occidente.

En especial, el dictador norcoreano mostró con orgullo a su invitado la joya de la corona de su arsenal: el misil balístico intercontinental Hwasong.

Kim Jong-un también mostró a Shoigu su flotilla de drones, alguno desarrollado a partir de modelos estadounidenses, copiados mediante técnicas de ingeniería militar inversa.

Corea del Norte ya había recibido en el pasado acusaciones de suministrar armas al Ejército ruso destinadas a la guerra de Ucrania, del mismo modo que hace Irán. Incluso se habló de que soldados rusos se entrenaban en territorio norcoreano.

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Sin embargo, tanto Moscú como Pyongyan lo negaron. Ahora Kim Jong-un podría intentar colaborar de forma abierta con Rusia mediante algún tipo de acuerdo de defensa mutua que fortalezca la posición norcoreana en su desafío a Occidente y que de a Moscú acceso al arsenal norcoreano. (debate)

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