El violento asesinato de un hombre en la colonia Colina de Limón, Costa Rica, ha generado conmoción en la comunidad.

Cámaras de seguridad de una vivienda captaron el momento en que hombres armados, aparentemente disfrazados con chaquetas con el logo del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y de una empresa de repartición de comida, perpetraron el ataque.

Los sujetos descendieron de una camioneta, cuyo conductor embistió el portón de la residencia antes de que se cometiera el homicidio.

Según el reporte policial divulgado por Teletica, la víctima es un hondureño identificado únicamente como García, de 41 años, recibió múltiples disparos en el tórax y las piernas.

A pesar de ser trasladado rápidamente al Hospital Tony Facio, García fue declarado fallecido poco después de su llegada.

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Una información relevante proporcionada por el periódico La Nación arroja luz sobre el objetivo real de los delincuentes. Según el diario, el blanco no era García, sino uno de los líderes de la banda criminal conocida como ‘Grupo H’.

Esta organización delictiva, compuesta por alrededor de 45 individuos de origen hondureño, opera en territorio costarricense.

La gravedad de estos sucesos ha llevado a la necesidad de una mayor cobertura mediática. A continuación, se presentan algunas fuentes adicionales que proporcionan información complementaria:

Diario Extra: Este medio ha destacado la preocupación de las autoridades locales ante la incursión de bandas criminales extranjeras en Costa Rica, lo que representa un desafío significativo para la seguridad pública.

Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica: Las autoridades han expresado su compromiso de investigar a fondo este incidente y reforzar la vigilancia en áreas de posible actividad delictiva.

Organismo de Investigación Judicial (OIJ): Se espera que el OIJ emita un comunicado oficial para informar sobre el progreso de la investigación y las medidas tomadas para abordar esta preocupante situación.

Este trágico suceso pone de manifiesto la compleja realidad de la seguridad en Costa Rica, así como la presencia y operaciones de bandas criminales transnacionales en el país. Las autoridades y la comunidad en general se mantienen atentas a los desarrollos posteriores y a las acciones que se emprenderán para enfrentar este desafío.