Detención judicial contra dos mujeres por embarazo forzado en perjuicio de menor de edad
La Unidad Contra la Trata, Explotación Sexual Comercial y Tráfico de Personas (UTESCTP) obtuvo en audiencia de declaración de imputado la detención judicial de Miriam Carolina Guido Espita y Jabaida Suazo Cuevas, capturadas ayer mediante un allanamiento ejecutado por Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) en la comunidad Pusuaya del municipio de Puerto Lempira, Gracias a Dios.
Ambas mujeres están procesadas como coautoras del delito de violación agravada, trata de personas con la finalidad de provocación de embarazo forzado agravado en concurso real y a Mirian Carolina se le suma el delito de explotación sexual de menores de edad agravada; la audiencia inicial se señaló para el próximo viernes 28 de junio, mientras tanto deberán permanecer en el centro penal de Puerto Lempira.
Según diligencias de agentes del grupo de investigación de los delitos en contra de la libertad sexual de la ATIC, en el mes de marzo de 2019 la ofendida fue llevaba desde San Pedro Sula, Cortés, hasta la comunidad de Pusuaya, por la imputada Miriam Carolina Guido Espita, quien, aprovechándose de la cercanía con la madre de la menor, la engañó al decirle que por espacio de tres meses la ayudaría en La Mosquitia.
La menor fue enviada hasta La Ceiba, Atlántida, en compañía de Jabaida Suazo Cuevas y posteriormente se les unió Miriam Carolina, llegando al siguiente día a la comunidad en mención.
Una vez en la vivienda de Mirian Carolina a la menor no se le permitía salir, además fue obligada a realizar el aseo todo el día y si se negaba a hacerlo era sometida a agresiones físicas y verbales, sumado a ello le asignaron un cuarto donde era abusada sexualmente de forma constante por un hombre con orden de captura, agresiones que se daban con el conocimiento y consentimiento de Miriam Carolina.
Consecuencia de esos abusos la ofendida quedó en estado de embarazo, sin recibir un adecuado seguimiento médico, en el tiempo establecido la menor dio a luz a un varón que llevaba los apellidos Guido Espita, quien, al poco tiempo de nacido, falleció de manera espontánea, aprovechando esa situación la ofendida le dijo a la imputada que quería regresar con sus padres a San Pedro Sula, a lo que la imputada le contestó que si quería regresar debía quedar embarazada nuevamente.
En una de las pocas ocasiones que la menor salió de la casa, logró comunicarse con su padre poniéndole en conocimiento toda la situación y rescatándola a los días, además de interponer la respectiva denuncia, por la cual se generó el allanamiento que fue apoyado por la Fuerza Naval y Fuerza Aérea.
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