Tegucigalpa, Honduras- Para Henry Rodríguez, reconocido economista y jefe del Departamento de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) el hecho de que el Gobierno de la Republica se declaró en calamidad financiera luego de encontrar números deplorables en las finanzas nacionales es una historia que se repite con cada cambio de administración.

Por lo anterior, el profesional calificó la situación actual de Estado como un “déficit presupuestario y no una calamidad”, con el que las nuevas autoridades deberán ser ingeniosos y pondrán a prueba sus capacidades.

“Yo no diría que la situación esta tan difícil, eso ha sido costumbre con todos los gobiernos, que luego se estabilizaron, lo que hay en este momento es un problema de flujo de caja, es decir que el gobierno no tiene la capacidad para hacerle frente a las responsabilidades de corto plazo”, señaló Rodríguez.

Y es que según datos de la Secretaria de Finanzas en sus cifras del primer informe financiero del gobierno de Xiomara Castro Sarmiento, 168,000 millones de lempiras fueron desviados en 12 años producto de la corrupción.

Al tiempo que detallo que necesitan al menos 64,000 millones de lempiras para financiar el déficit que dejo la administración pasada, además dijeron que es necesario de manera inmediata 200 millones para el pago de personal de salud y educación.

Según manifestaron los expertos el Gobierno de la Republica necesita al menos 15,000 millones de lempiras mensualmente para operar, entre el pago de planillas a sus empleados, así como sus gastos para mantenerse estable, eso significa que necesita recolectar cerca de 500 millones diarios.

“cuando vemos las recaudaciones sobre el Impuesto sobre la Venta (ISV) que es de lo que más se recauda todos los días, que son entre unos 200 millones de lempiras, vemos allí que hay un déficit que tiene que ser cubierto con otro tipo de ingresos como el impuesto sobre los combustibles de importación por los cargos aduaneros entre otros”, continuó explicando el experto.

También agrego que el otro flujo de dinero hacia las arcas estatales proviene del Impuesto sobre la Renta (ISR) y ese es pagado por las empresas en el mes de abril, por lo que se deberá esperar por él.

En ese sentido señaló que el Estado va a ir recuperando recursos paulatinamente y que para el mes de mayo ya deberán están equilibrados los ingresos con los gastos, mientras tanto tendrá un desequilibrio que debe ser cubierto mediante la deuda, argumentó el economista.

“Es una crisis temporal, no una que nos va a arrastrar por mucho tiempo, lo que en este momento requieren los funcionarios del gobierno es creatividad, es decir, medidas para ampliar la base tributaria fomentando inversión, para que vengan más empresas y que generen más empleo, así como tributos al gobierno”, señaló Rodríguez.

El experto sugiere que el Estado no debe de inclinarse por la vía fácil que sería el aumento en el cobro de impuestos a la población, pues a su juicio eso sería deteriorar la calidad de vida de la población hondureña.

“Esto es transitorio, a medida que avancen los meses la recaudación tributaria va a ir mejorando y el equilibrio llegará”, dijo Rodríguez.

En ese sentido él reconoce que la realidad es que siempre los ingresos del gobierno son inferiores a los gastos y que año con año se produce en un déficit fiscal, mismo que lleva al país a continuarse endeudando.

Recomendaciones

Por otro lado, Rodríguez recomiendó que el Estado recurra a un préstamo de corto plazo con el Banco Central de Honduras (BCH) y a medida que se van recomponiendo los ingresos, se le empiece a pagar al organismo financiero, esto en aras de evacuar los compromisos que tiene el Estado y que requieren recursos inmediatos.

“Yo no llamaría a la situación de ahora, calamidad si no un desequilibrio fiscal, otra situación similar se vivió con la crisis sanitaria del Covid-19 que se compenso con deuda, pero hay que tener cuidado de no sobre endeudar al país porque estos fenómenos son pasajeros”, dijo,

Rodríguez, consejo que Honduras requiere un presupuesto realista de acuerdo a la capacidad económica y la realidad de la nación.

 “Nosotros no recomendamos la deuda porque esta compromete a las futuras generaciones, sin embargo reconocemos que la deuda es necesaria porque se entiende que el gobierno tiene compromisos a corto plazo que necesita honrar”, finalizó.