En la actualidad uno de los mayores retos para los padres es el tiempo, siendo que a veces exciten demasiados compromisos que cumplir y no podemos dedicar sufriente tiempo a nuestros hijos y por ello optamos por cumplir sus deseos para que “este tranquilos y nos dejen trabajar” pero esta tendencia puede tener consecuencias negativas en un futuro.

Al complacer los todos los caprichos sin condiciones solo para evitar berrinches o más complicaciones, estamos volviendo consentidos o incluso malcriados a nuestros hijos. Ya que, al hacer esto no les enseñamos principios importantes, como la paciencia, tolerancia, el esfuerzo y las recompensas por un buen comportamiento.

Sino que en lugar de ellos les demostrando que podrán obtener lo que deseen de nosotros con lo llorar o gritar. Sabiendo que no tendremos la voluntad o el tiempo para resolver esto. Así mismo debes tener en cuenta que al tomarte unos minutos y hablar con tus hijos estas:

1. – enseñándoles tolerancia y respeto. Al comprender que no tendrán lo que quieran siempre seguro terminarán llorando y volviéndote loco(a), pero con el tiempo, verán aprenderán que deben esperar a que tú puedas atenderlos y eso les permitirá desarrollar paciencia y a formar un carácter.
2. Aprender el valor del esfuerzo. Cuando uno consiente a un niño este suele pensar que pese a su conducta o malas notas siempre recibiera dulces, juguetes o cualquier otro tipo de premios. Y a futuro se convertirá un problema cuando deba desempeñarse como un adolecente o adulto.

Los mejor en estos casos es demostrar que si desean tener recompensan primero deben ganarlas con buen comportamiento. Siendo que en estos casos podríamos negociar con ellos. Al implementar un sistema de recompensar por cosas como mantener su cuarto arreglado, no tener buenas calificaciones.

3– combatimos la ansiedad. Si bien no veremos casos de ansiedad en los niños como los hemos visto en los adultos, lo cierto es que de esta forma estamos previniendo que esto pase.

Al desarrollar tolerancia los pequeños no se podrán nerviosos o reaccionaran de mala manera ante alguna situación de forma que podremos evitar esas típicas escenas de “no quiero” en lugares públicos y veremos que los niños se mantienen calmados.

Ahora, esto no solamente es de decir NO a los pequeños esperando a que puedan entender las complejidades del mundo adulto y los problemas que tenemos. Eso sin duda es pedir demasiado.

Lo que debemos hacer es tomarnos un tiempo y explicarles que no podremos estar siempre pendientes de ellos sea que debemos atender distintos asuntos. Es entonces que debemos ser compresivos nosotros también.

Comenzado por dividir el tiempo para entenderlos, obviamente nunca es bueno dejar a un niño solo, en manos de la televisión o un smartphone.

Algo que podemos hacer es crear un horario con nuestras parejas, de manera que podamos dedicarnos a nuestros asuntos mientras los niños están al cuidado de nuestro esposa o esposo y que en su momento nosotros tendremos que atenderlos.

Otra idea es buscar consejos. Ser padre es difícil y no siempre tendremos las repuestas para todo, es allí que podemos contar con las experiencias de nuestros padres o amigos (con hijos) para conseguir respuestas o consejos que nos serán útiles en esta nueva etapa de la vida.