Tegucigalpa. Las tensiones internas en el Partido Liberal se intensifican tras denuncias de supuestos acercamientos del presidenciable Salvador Nasralla con el Partido Libre, lo que ha generado críticas y confrontaciones entre dirigentes y virtuales diputados de la enseña rojo-blanco-rojo.

El más reciente episodio lo protagonizó el diputado electo Rashid Mejía, quien rechazó tajantemente cualquier negociación con Manuel Zelaya, coordinador de Libre. “Jamás nunca en la vida me voy a prestar a negociaciones o tratos oscuros, con comunistas corruptos o narcos, y mucho menos con una persona tan detestable y nefasta como Manuel Zelaya Rosales”, expresó.

Mejía defendió que su compromiso es con la ciudadanía que lo respaldó en las urnas y subrayó que no debe nada a Salvador Nasralla ni a Iroshka Elvir, esposa del presidenciable. “Nunca voy a traicionar lo que soy, en lo que creo y por lo que estoy luchando”, afirmó.

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Las sospechas se incrementan cuando en una narrativa única los líderes del partido LIBRE apoyan abiertamente a Nasralla, diciendo que ellos están seguros que ganó las elecciones.

Incluso se habla de una estrategia de hacer que el consejero Marlon Ochoa no se presente para que el CNE presente la declaratoria de las elecciones lo que haría que intervenga el Congreso Nacional a través de una comisión permanente de nueve diputados de Libre y declare ganador a Nasralla a cambio de compartir el poder y dar cuotas de privilegio a Libre.

Así, Libre seguiría gobernando en el país si Nasralla se presta al juego y mantiene junto a Iroshka, la ambición de poder a costas de contradecir la voluntad popular y destruir de esa manera al Partido Liberal.

Por su lado, la dirigente liberal Julia Talbott respaldó sus declaraciones, asegurando que “como liberales no nos debemos a ninguna figura, el liberalismo es de ideales, luchas y conquistas sociales”.

Por su parte, la congresista Iroshka Elvir respondió que el compromiso de su equipo “sigue intacto y firme” y que el pueblo hondureño eligió a Nasralla como presidente. “Aquí no hay espacio para el chisme y la zozobra”, dijo.

Las diferencias también alcanzaron a la candidata Luz Ernestina Mejía, quien denunció intentos de sustituirla en la papeleta de Francisco Morazán pese a haber sido favorecida por los votantes.

El presidente del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL), Roberto Contreras, sumó críticas al señalar que Nasralla nunca respondió sus llamadas y que durante la campaña no atacó al Partido Nacional ni denunció casos de corrupción como los hospitales móviles o el desfalco en el Seguro Social.

Contreras cuestionó además la influencia de Iroshka Elvir y Maribel Espinoza dentro del CCEPL, asegurando que ellas “movieron sus piezas” para controlar decisiones internas. “Soy presidente de un partido en papel y represento a un voto, las personas que ellas pusieron mandan más que yo”, reclamó.

Las acusaciones reflejan las fisuras que atraviesa el Partido Liberal en medio de la disputa electoral, donde las pasiones y los señalamientos internos amenazan con debilitar su posición frente al Partido Nacional y Libre.