EE. UU. elimina programas de reunificación familiar para Honduras y seis países más
Washington, 12 de diciembre de 2025. — El gobierno de Estados Unidos anunció la cancelación de los programas de reunificación familiar bajo permisos de residencia temporal (parole) para ciudadanos de Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití y Honduras, medida que afecta directamente a miles de migrantes que esperaban traer a sus familiares al país.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) justificó la decisión señalando que el uso del parole humanitario había derivado en “abusos” y que muchos solicitantes no pasaban por evaluaciones rigurosas. “El deseo de reunir a las familias no supera la responsabilidad del gobierno de prevenir el fraude y proteger la seguridad nacional”, indicó la institución en un comunicado.
Antecedentes
Los programas de reunificación familiar fueron creados en distintos periodos:
- Cuba (2007) y Haití (2014), actualizados en 2023.
- Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala y Honduras (2023), impulsados durante la administración de Joe Biden.
Sin embargo, el DHS recalcó que el parole es una figura temporal, que no otorga estatus migratorio permanente ni equivale a una admisión formal en Estados Unidos.
Contexto político
La medida se suma a otras acciones restrictivas del presidente Donald Trump, quien en marzo revocó el estatus de residencia temporal de más de 532,000 migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Esa decisión fue avalada de manera provisional por la Corte Suprema, mientras se resuelve la disputa legal en instancias inferiores.
Trump ha hecho de la política migratoria uno de los ejes de su administración, prometiendo deportar a millones de personas en situación irregular. Según cifras oficiales, en lo que va del año se han registrado más de 2.5 millones de salidas de inmigrantes, entre 605,000 deportaciones forzadas y 1.9 millones de salidas voluntarias.
Impacto
La cancelación de los programas FRP representa un golpe directo al derecho de reunificación familiar de ciudadanos de los siete países afectados, y abre un nuevo capítulo en la política migratoria estadounidense, marcada por un endurecimiento de las condiciones de ingreso y permanencia.
