El sacerdote mexicano Bertoldo Pantaleón Estrada, de 58 años, fue hallado sin vida este lunes en una zona montañosa del estado de Guerrero, al sur del país, donde operan diversos grupos del crimen organizado. La Fiscalía estatal confirmó el hallazgo del cuerpo horas después de que se reportara su desaparición en el municipio de Cocula.

Según fuentes policiales citadas por medios locales, el religioso presentaba múltiples impactos de bala. La Fiscalía abrió una investigación por homicidio calificado, aunque hasta el momento no ha ofrecido detalles sobre el móvil ni posibles responsables.

Estrada se desempeñaba provisionalmente como párroco en una comunidad rural del distrito de Eduardo Neri, donde fue localizado el cadáver. La diócesis de Chilpancingo-Chilapa confirmó el fallecimiento y anunció que los restos serán velados en una iglesia de la región.

Este crimen se suma a una preocupante serie de ataques contra miembros del clero en México. Desde 2018, al menos una docena de sacerdotes han sido asesinados en hechos vinculados a la violencia del narcotráfico, según recuentos periodísticos.

Entre los casos más recientes figura el del sacerdote indígena y defensor de derechos humanos Marcelo Pérez, baleado en octubre de 2024 en Chiapas, y el doble homicidio de los padres jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, ocurrido en junio de 2022 dentro de su templo en Chihuahua.

México enfrenta desde hace casi dos décadas una ola de violencia atribuida a disputas entre cárteles, con un promedio anual de 30.000 homicidios. En este contexto, algunos líderes religiosos han asumido roles de mediación en zonas de alto riesgo. Uno de ellos fue Salvador Rangel, obispo de Chilpancingo-Chilapa hasta 2022, quien promovió diálogos informales con grupos armados en busca de treguas locales.