
Cuestionan legitimidad de aislamiento político de Taiwán por Resolución 2758 de la ONU
La Resolución 2758 de la Asamblea General de las Naciones Unidas menciona la expulsión de los “representantes de Chiang Kai-shek”, pero nunca se refiere directamente a la República de China (ROC, Taiwán) ni aborda el estatus político o soberano de esa nación asiática, según subrayó la Comisión Mexicana de Derechos Humanos (CMDH).
Esta resolución, adoptada el 25 de octubre de 1971, ha sido utilizada por la República Popular China (RPC) para justificar la exclusión de Taiwán del sistema de Naciones Unidas. Sin embargo, su interpretación y aplicación enfrentan hoy un creciente escrutinio internacional debido a que no proporciona fundamento legal explícito para aislar a Taiwán.
En ese contexto, Estados Unidos criticó abiertamente el «mal uso» de la Resolución 2758 por parte de Pekín durante una sesión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, convocada por China.
Ting Wu, consejera política adjunta de la Misión estadounidense ante la ONU, afirmó que «Estados Unidos critica el mal uso de la Resolución 2758 por parte de China en sus intentos de aislar a Taiwán, distorsionar las políticas de otros países y limitar sus opciones».
Además, resaltó que esta resolución no impide la participación significativa de Taiwán en foros internacionales.
En respuesta a la declaración estadounidense, el gobierno de Taiwán expresó oficialmente su agradecimiento a Washington por plantear claramente el tema ante el Consejo de Seguridad, calificando la intervención como histórica al ser la primera ocasión en que este asunto se aborda directamente en dicho organismo.
La República de China (ROC), nombre oficial de Taiwán, es además uno de los miembros fundadores de la ONU, un hecho que refuerza la postura de que su exclusión no tiene sustento legal ni histórico claro en la Resolución 2758.
Taiwán no es considerada «representante(s) de Chiang Kai-shek», dada su evolución hacia una democracia plenamente consolidada con instituciones modernas y elecciones democráticas regulares. Por ello, vincular el Taiwán contemporáneo con el pasado histórico de Chiang es una «interpretación inexacta y desactualizada de su realidad política actual», según la CMDH.
Por otra parte, la Comisipon denunció que las acciones de China, bajo el denominado “principio de una sola China”, constituyen una forma de coerción internacional para imponer su interpretación y hostigar diplomáticamente a Taiwán.
La Unión Europea y el G7 también han rechazado públicamente esta interpretación restrictiva, solicitando que Taiwán participe significativamente en organismos internacionales como la OMS, la OACI, Interpol y la CMNUCC.
A su vez, el Parlamento Europeo destacó que la Resolución 2758 «no adopta ninguna posición sobre Taiwán» y condenó las maniobras militares y provocaciones de Pekín en la región.
Finalmente, la CMDH enfatizó que Taiwán es una democracia plenamente funcional con gobierno propio, constitución y sistema político independiente, lo que ratifica aún más la falta de legitimidad en su exclusión actual de los foros internacionales.