El increíble descubrimiento del calendario maya más antiguo
Arqueólogos descubrieron la notación más antigua de un calendario maya de 260 días, mejor conocido entre esa civilización antigua como Tzolkin.
Un estudio publicado en la revista Science Advances reportó el hallazgo de pruebas de la anotación calendárica más antigua de la cultura maya.
Los fragmentos de piedra fueron encontrados en San Bartolo, Guatemala, como parte de un mural que fue excavado en la zona de la pirámide de Las Pinturas.
La anotación es un glifo —nombre que reciben los signos utilizados por los mayas para designar sus medidas de tiempo— que asemeja una cabeza de venado, posicionada debajo de dos puntos y una línea. Según los expertos, esta notación se habría realizado entre los años 200 a.C. y 300 a.C. Uno de los restos representa la fecha 7 Venado (7 Manik, en maya), formada por dos puntos (de los que solo se conserva uno) y una línea, sobre la cabeza de un ciervo.
Se trata de un fragmento de un calendario maya de 260 días, que es uno de los siete tipos de calendarización que utilizaba esa civilización, asentada antiguamente en el sur de México y parte de Centroamérica. De acuerdo con Science Advances, el registro de la fecha 7 Venado representa un día del calendario adivinatorio de 260 días utilizado en toda Mesoamérica y entre las comunidades indígenas mayas actuales.
«Este es un hallazgo extremadamente importante, ya que demuestra que en el siglo III a.C., los mayas de Tierras Bajas tenían un sistema de escritura avanzado, ya que los fragmentos publicados no sólo tienen logogramas, sino también signos fonéticos», explica a Sputnik el epigrafista Dmitri Beliáyev, del Centro de Estudios Mesoamericanos Yuri Knórozov.
Los autores del estudio aseguran que el registro es «el ejemplo más antiguo del calendario maya». Su relevancia se debe a que ahora ya se podrá comprender mucho mejor la calendarización de 260 días y todos los conocimientos relacionados con la ciencia cosmológica.
«En cualquier caso, los orígenes de los jeroglíficos mayas se remontan a mucho antes. Al mismo tiempo, las formas angulares de los signos, similares a los rectángulos, pueden indicar la influencia de la escritura epiolmeca, ya que en un periodo posterior los signos mayas adquirieron formas redondeadas. Y el hecho de que no se trate de un texto en una estela, nos permite esperar nuevos hallazgos, puede ser en murales en templos», señala Beliáyev.(sputnik)