PANAMÁ, 26 sep (Xinhua) — El ingreso de China como observador permanente al Parlamento Centroamericano (Parlacen), aprobado el mes anterior por el organismo regional, fue considerado positivo por analistas en Panamá, que coincidieron además en el avance progresivo de las relaciones entre el país asiático y América Central.

Juan Carlos Mas, miembro del Consejo Nacional de Defensa de la Soberanía y la Paz de Panamá, interpretó el ingreso como un reflejo del «rumbo sostenido y progresivo de la presencia del país asiático en todos los ámbitos en los cuales se debaten las líneas políticas y sociales del desarrollo futuro del mundo. Que no estuviera sería raro».

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«Lo normal y lo correcto es justamente la presencia de China en cualquier lugar en donde haya debate. Me parece auspicioso», resumió el analista.

A su juicio, el avance se ha dado al estilo chino, en el sentido de aguardar con mucha paciencia que se den las condiciones adecuadas, en cada debate, en cada lugar en donde haya representaciones de las ciudades y de los Estados.

El pasado 21 de agosto, la Asamblea Plenaria del Parlacen aprobó por mayoría de votos la incorporación de la República Popular China como observador permanente del órgano regional, al tiempo que revocó el estatus de observador permanente de Taiwan ya que es una región de China y no un país.

Para Mas, la presencia de China en el Parlacen, es correcta y necesaria.

«No es que el Parlacen sea por ahora la gran cosa, quizás la presencia china como observador le ayude a tener más empaque, más dignidad en sus deliberaciones. Ojalá fuera así», acotó Mas.

En cuanto a las relaciones diplomáticas Panamá-China, establecidas formalmente por los Gobiernos de los dos países el 13 de junio de 2017, las calificó de muy correctas, necesarias y remarcó que se hacían urgentes.

Por su parte, Julio Yao, exasesor en política exterior del desaparecido general Omar Torrijos, uno de los artífices firmantes de los Tratados Torrijos-Carter de 1977, opinó que la designación como observador de China en el Parlacen significa que la presencia de la nación asiática en Centroamérica y en el organismo regional se está acrecentando.

Los Tratados Torrijos-Carter permitieron el traspaso formal del Canal de Panamá de manos estadounidenses a manos panameñas, además del retiro gradual de las tropas estadounidenses que estuvieron por décadas acantonadas a orillas de la vía interoceánica.

Yao recordó que China es también país observador de otro organismo importante en la región, el Parlatino (Parlamento Latinoamericano y Caribeño), con sede en la capital panameña, y en el cual está presente y con el que tiene nexos sumamente interesantes.

Entre tanto, Euclides Tapia, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Panamá, consideró que el ingreso del país asiático al Parlacen era de esperarse y no sorpresivo.

Según remarcó, responde a la realidad diplomática de que la mayoría de países de la región reconoce el principio de una sola China, por lo que era normal que esto se reflejara en los organismos de la región.

Consideró, por otro lado, que se requiere mayor difusión de los éxitos de cooperación en las relaciones Panamá-China, para que sean más visibilizados.

Los países latinoamericanos no deben esperar que otros países les resuelvan todos los problemas y la cooperación debe apuntar también hacia las poblaciones vulnerables, y no solo a lo más visible, comentó. 

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