Guantánamo cumple 20 años con 39 presos que dificultan su cierre


acusados o condenados por crímenes. Pero estos procesos están llenos de fases complejas. 

Juan Méndez, exrelator de Tortura de la ONU y profesor de legislación en Derechos Humanos en el Washington College, explica para RFI la «complejidad» de su cierre.  

El procedimiento para poder llevar a cabo un traslado está cargado de dificultades que pueden dilatarlo de forma impresionante en el tiempo.

Primero, es necesaria la recomendación del Consejo de Revisión Periódico, un panel que reúne a seis agencias de seguridad diferentes del Gobierno.

Luego, el Departamento de Estado tiene que llegar a un acuerdo con un tercer país y éste no puede ser ninguno que no garantice el control de ese detenido. Una vez logrado el acto, el jefe del Pentágono debe informar al Congreso. 

Todo este proceso se puede llegar a eternizar y ahora es la base fundamental de no poder finiquitar Guantánamo. 


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